El FGS no es un fondo, no garantiza y no es sustentable

Una de las sedes de la Anses, organismo del que depende el FGS

Entre 2007 y 2008, los gobiernos de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner , establecieron las reglas que terminaron con el sistema jubilatorio de capitalización creado en 1993.

En el marco de ese cambio institucional se creó el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) al que se le traspasaron los activos acumulados con el ahorro que cada trabajador formal hacía con una proporción de sus salarios que, hasta ese momento, administraban las AFJP públicas y privadas,

En la práctica, el traspaso de estos activos (Bonos del Estado, acciones e instrumentos de empresas privadas) constituyó una expropiación encubierta de los saldos de las cuentas individuales de los trabajadores -incluyendo aportes voluntarios extraordinarios, que en muchos casos nunca fueron devueltos a sus dueños-.

Fue directamente una expropiación, porque todos esos activos financieros pasaron a un pozo común, y dejaron de estar individualizados a nombre de cada aportante. Lo que cada uno de nosotros había ahorrado para su futura jubilación pasó al Estado.

Además, con la desaparición de las AFJP, los flujos mensuales obligatorios de los asalariados, se convirtieron, automáticamente, en un impuesto para financiar el sistema de seguridad social en cada momento.

Hubo una expropiación del stock, cada trabajador perdió todo el ahorro que había acumulado, mientras el flujo se transformó en un impuesto.

El argumento que se utilizó en ese momento se vinculó con el "costo de las comisiones de las AFJP que se dedicaban a comprar títulos públicos". -ignorando que el costo también incluía un seguro de vida-.

Es cierto que el sistema de las AFJP requería cambios para bajar sus costos y diseñar un aporte complementario para mejorar el monto del retiro de los trabajadores de menores ingresos.

Hasta se pudo, si se hubiera querido hacer un cambio de régimen estatizante, pasar las cuentas individuales de cada trabajador a una sola AFJP pública -de hecho, había varias administradas por Bancos Públicos- sin expropiar los ahorros, y manteniendo el ahorro obligatorio mensual.

Pero la razón real del cambio de régimen fue quedarse con los flujos nuevos y con esos activos, para armar un sistema jubilatorio de reparto estatal sin ninguna base actuarial seria.

El mayor pecado de estos años, es que la supuesta renta de esa apropiación y ese nuevo impuesto, no fue utilizado para cerrar el déficit previsional. Por el contrario, aumentó el gasto...

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