Felipe VI festeja sus 50 años con un video de la intimidad familiar que disparó la polémica

MADRID.- De pronto, los españoles vieron -y escucharon- a la reina decirle al rey Felipe: "Pareces una chica". A sus hijas, las infantas, que "soplen la sopa" si está caliente. Y que nada mejor que "un masajito" en las cervicales si está muy tenso, tras un párrafo de discurso navideño.

A todo esto, también vieron cómo el joven rey apuraba una copa de vino blanco en un almuerzo -por cierto, sin pan- en el que el plato más comentado fue una sopa, de tono más bien amarronado, que al principio -y más tarde también- nadie supo muy bien de qué era.

Ocurre que hoy el rey cumple 50 años y la casa real quiso celebrarlo con un video de 11 minutos en el que se puede atisbar algo de cómo es -o cómo sería- la vida cotidiana dentro de la residencia que ocupan, en el complejo de la Zarzuela.

Con la intención evidente de "humanizar" a la familia real y, de paso, disipar los recurrentes rumores de malestar en el matrimonio, el video recogió elogios en la prensa local así como numerosas bromas e inagotables sarcasmos en las redes sociales.

Con el correr de las horas aparecieron, también, las críticas a un producto que, según entienden muchos, tuvo buena intención, pero podría haber estado un poco mejor elaborado.

"Es verdad que, por momentos, la naturalidad que se pretende es bastante artificiosa", opinó, por caso, la periodista Pilar Urbano, autora de libros sobre la casa real y a quien la reina Sofía recibió en varias entrevistas para elaborar una taquillera biografía.

"Pero, en líneas generales, diría que ha sido una magnífica intención y que, sobre todo, apuesta al futuro, al dar mucho protagonismo a las infantas", añadió, con relación a las pequeñas Leonor y Sofía, las dos hijas del matrimonio.

El video se puede ver en YouTube y rompe lo que suele ser una norma en el protocolo de las casas reales, por la que se suele evitar que sus integrantes sean vistos cuando comen.

Una cosa es verlos sentados a la mesa. Otra, masticando y tragando. Algo que, por decirlo de algún modo, parece demasiado "plebeyo".

Tanto que, hace pocos años, se escribieron páginas sobre el famoso mejillón que, a la vista de todos, se llevó a la boca en Galicia el entonces príncipe de Asturias.

Lo hizo para probar que la producción gallega estaba "a salvo" a pesar del desastre que causó el derrame del petrolero Prestige frente a sus costas. "Está muy bueno", dijo el entonces aspirante al trono mientras le daba al bivalvo.

Ahora, a sus 50, no solo come y bebe vino en público, sino que...

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