Federer

ratificó ayer que es el más grande de la historia del tenis y, acaso, uno de los más grandes de la historia del deporte. . Ya cerca de cumplir 38 años, batalló durante cinco sets -el último, con alargue- en la final del mítico torneo de Wimbledon frente a Novak Djokovic, número uno del mundo y otro de los elegidos. Lo hizo con extraordinaria calidad, despliegue y, sobre todo, resistencia: fueron cinco horas de tremenda intensidad y su rival es casi seis años menor. "Roger es un ejemplo", dijo Djokovic tras el partido. Sí, un ejemplo de deportista total, admirable desde cualquier lugar que se lo mire. Rara vez los tenistas superan la frontera de los 35 años, y si lo hacen dejan de ser competitivos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR