Febriles gestiones en las horas previas

GUALEGUAYCHÚ.- Salones de hoteles, bares y parrillas fueron testigos de las febriles negociaciones previas y simultáneas a la convención nacional de la UCR, que ayer se realizó en esta ciudad.

Las gestiones comenzaron el viernes con cruces de mensajes entre Julio Cobos y Ernesto Sanz, que desde anteayer estaban alojados en hoteles del centro, separados por varias cuadras. Buscaban ponerse de acuerdo sobre el orden en que se votarían los dos grandes temas del debate: el marco de alianzas y la elección del precandidato presidencial único del partido. No hubo caso. Quedaron en que el tema se sometiera al veredicto de la propia convención, un vez que estuviera reunida. Cobos juntó a su tropa en el hotel Emperador. Acompañado por Gerardo Morales, Ricardo Alfonsín, Ángel Rozas y Rafael Pascual, pidió a sus convencionales "dar la pelea", pero también aceptar "con tranquilidad" la decisión de la mayoría.

Sanz comió con sus convencionales en el Club Náutico. Confiado, insistió en que un pacto con Pro "es el acuerdo posible" y prometió defender su postura sin medias tintas. Lo secundaron Federico Storani y Facundo Suárez Lastra, los ex Coordinadora que capitanearon su estrategia durante meses en Buenos Aires y desde anteayer en esta ciudad. También estaban Walter Ceballos y Ricardo Buryaile, entre otros. La noche del viernes llegó con el recuento parejo.

Ayer por la mañana, después de varios contactos entre terceros se concretó la reunión entre Sanz y el gobernador de Corrientes, Ricardo Colombi. Del desayuno a solas en el hotel Aguay, el mendocino se llevó el apoyo de los diez convencionales de la provincia. Con esos votos bajo el brazo, esperó novedades del resto del recuento de su postura, que para entonces se había mudado a la parrilla La Cascada, cerca de la costanera.

Allí se montó una suerte de búnker para "poner los porotos en papel". Se repartieron planillas entre los convencionales propios con dos casilleros: uno para las alianzas y otro para el candidato. Repartidas entre referentes provinciales las papeletas debían volver con las opciones elegidas, firma y número de documento.

Storani quedó a cargo de las cuentas. El puntano Ceballos, de distribuir y recuperar las planillas. Pasado el mediodía, apareció el inefable Enrique "Coti" Nosiglia. Relajado y sonriente se dejó sacar fotos dentro del local y en la vereda. Con convencionales y con grupos de...