La fascinación kirchnerista por Putin

Cristina Kirchner y Vladimir Putin

El fuego que arrasa Corrientes es una tragedia y una metáfora . Un gobierno paralizado por una telaraña ideológica que le impide, por ejemplo, discernir entre lo que pudo suceder y lo que sucedió. El documento de este martes sobre la crisis entre Rusia y Ucrania , que ha puesto en vilo la paz mundial, se corresponde con la situación de hace diez días, no con la de ahora, cuando ya Vladimir Putin comenzó la anexión de los estados ucranianos de Lugansk y Donetsk. Un gobierno parcelado, en el que la conducción de los organismos responde solo a la filiación de sus ocupantes dentro de la coalición gobernante, no a sus atributos ni a sus conocimientos de los temas. Un joven influencer consiguió más dinero en menos tiempo para sofocar los incendios de Corrientes que lo que el gobierno nacional le había mandado a la provincia hasta ese momento. En Corrientes ganó ampliamente el radicalismo en los últimos años y su actual gobernador, Gustavo Valdés , fue el mandatario más votado (superó el 70 por ciento de los votos) en las últimas elecciones. No es un amigo para el sectario kirchnerismo gobernante. El ministro de Medio Ambiente, Juan Cabandié , militaba en La Cámpora y es un neófito en temas de ecología. Cabandié prefirió encender nuevos fuegos verborrágicos con la oposición y con el propio Valdés antes que intentar apagar los incendios que ya consumieron el 15 por ciento de esa provincia del noreste y afectaron seriamente a los Esteros del Iberá, una de las reservas naturales más importantes del país.

La Cancillería argentina reclamó ayer la solución pacífica del conflicto en Ucrania e instó a las partes a negociar. Habría sido una posición óptima si Alberto Fernández se lo hubiera dicho en la cara a Putin cuando visitó Moscú . Ayer fue tarde. Putin ya había declarado la independencia de dos estados ucraniano y había pedido, y logrado, la autorización del Parlamento para enviar tropas al extranjero. Obvio: si reconoció la independencia de Lugansk y Donetsk, es muy probable que el próximo paso sea el envío de tropas rusas a esos territorios para "defenderlos" del ejército de Ucrania, que es el país al que pertenecen. Es un pésimo precedente para el equilibrio siempre inestable de la paz mundial que un país más grande esté concretando la anexión por la fuerza de territorios de un país vecino . Putin ya anexionó en 2014 a Crimea, la península que pertenecía a Ucrania. No se puede descartar que con estos nuevos...

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