La farsa de 'primero distribuir y después crecer'

Es conocido el dicho: "Nadie puede vender lo que no tiene", especialmente en el negocio de fusiones y adquisiciones. A pesar de eso, algunos tratan de hacerlo, pero no da resultado al descubrirse la farsa. La idea de "distribuir primero y crecer después", si bien es más compleja, es una idea del mismo tipo, no se puede distribuir lo que no se tiene. Algunos creen que con aumentos masivos de salarios, que es la redistribución del ingreso preferida por este tipo de dirigentes básicamente populistas, pueden llevar a cabo un mayor crecimiento del país, aunque la capacidad de producción no este disponible. Y esto lo creen honestamente.

Precisamente, el tema de " ¿que viene primero, si la distribución o el crecimiento?", aparece el 17 de enero último en Página 12, como respuesta del economista Emmanuel Agis a un artículo mío en lanacion.com del 9 de diciembre del año último. El autor trata de rebatir la idea central de mi artículo: "Ingresos, producir primero, distribuir después", que está ejemplificado con un pasaje de Alicia a Través del Espejo, donde el Unicornio le dice a la protagonista cuál es la forma de manejar los pasteles en ese otro mundo del revés: "Repártelo primero, y córtalo después", que traducido a nuestro tema sería " distribuid primero y después invertid en equipo y producid".

Para rebatir mi idea, el autor utiliza un ejemplo sacado del capitalismo más esencial, el caso de Henry Ford, que duplicó los salarios de sus obreros para poder vender más autos frente a la guerra de 1914. Ahora, con este ejemplo, en realidad me da la razón a mi, al menos en lo que quiero decir: Henry Ford había invertido durante muchos años grandes dosis de capital en maquinarias y apostado mucho dinero en el diseño de una innovación revolucionaria del transporte, como lo fue el automóvil en sus inicios, o sea Henry, como lo llama el autor, "había invertido primero y distribuía después". También Bill Gates, al bajar el precio de las PC logró vender millones de las mismas, lo mismo que Henry Ford, con los autos de aquella época. Son casos que ejemplifican los efectos de la inversión y la innovación anterior, que aumenta la productividad y permite a mucha más gente acceder a los bienes o servicios que después se ofrecen. El orden lógico es el de "Henry".

Precisamente, esto es el resumen del capitalismo: ofrecer productos de calidad cada vez mejor a precios cada vez más bajos, para vender más productos a mayor cantidad de gente y ocupar productivamente a la...

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