Las FARC, en un intento de reactivar el diálogo de paz

A dos años y medio de la liberación de Ingrid Betancourt, y tras la muerte de dos de sus principales líderes (Raúl Reyes y el "Mono" Jojoy), las FARC se preparan para completar en las próximas horas la liberación de los últimos dos de un total de seis rehenes, en lo que aparece como un intento de los rebeldes de reactivar la posibilidad de un acuerdo de paz con el gobierno.La decisión, que sería seguida por otras 16 liberaciones, se produce a seis meses del fin del segundo gobierno de Alvaro Uribe, que durante sus ocho años de mandato se mostró renuente a negociar con la guerrilla y que gracias a su política de seguridad democrática logró echar a los rebeldes de caminos y ciudades y propinarles algunas de sus mayores derrotas militares.Además, el actual presidente, Juan Manuel Santos, que ocupaba el cargo de ministro de Defensa de Uribe durante la liberación de Betancourt y la ejecución de Reyes, ha tenido también en los pocos meses que lleva de gestión un triunfo de proporciones cuando el ejército colombiano abatió a Jojoy, jefe militar de las FARC, el 23 de septiembre pasado.Así las cosas, los rebeldes están más lejos que nunca de una victoria militar, algo que ya durante el primer gobierno de Uribe (2002-2006) parecía una utopía, pero no tanto en el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002), cuando los guerrilleros resultaron favorecidos de unas fallidas negociaciones de paz por las que el gobierno aceptó retirar la fuerza pública de una vasta área de 42.000 kilómetros cuadrados.En este contexto, las FARC parecen tener muchos más incentivos para buscar una negociación con el gobierno de Santos que éste con los rebeldes. Sin embargo, según explicó a LA NACION el analista colombiano León Valencia, si Santos lograra un acuerdo para la desmovilización de los guerrilleros, podría destinar ingentes recursos del Estado para concentrarse en el combate de las llamadas bandas criminales emergentes (Bacrim).Estas organizaciones, conformadas por ex paramilitares que se negaron a desmovilizarse tras el acuerdo de paz de las ultraderechistas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) con el gobierno de Uribe, son consideradas las responsables del incremento de la inseguridad en las ciudades y preocupan cada vez más al gobierno y a la opinión pública.Sin embargo, existen importantes trabas para que se concreten las negociaciones con los rebeldes. Por un lado, la oposición de los colombianos: el 43% rechaza el diálogo con la guerrilla, contra el 31% que lo defiende...

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