Fantástico ilimitado

Lionel Messi tiene hipnotizado al mundo con su inacabable magia futbolística. Es tan excelso su arte con una pelota que a veces se pierde vista al feroz competidor que es, nunca se conforma, renueva los desafíos y no cede al conformismo o la complacencia. No se regodea con lo hecho. Siempre quiere más.En la Liga de España, Barcelona está desde hace unas semanas en una dimensión desconocida en comparación con lo que fueron las tres temporadas anteriores, en las que fue campeón de punta a punta. Real Madrid se le escapó a una distancia que muchos juzgan indescontable (10 puntos), cuando quedan 14 fechas por delante.Poco acostumbrado al papel de perseguidor, con la Liga de Campeones y la final de la Copa del Rey como objetivos para mantener alta la motivación, Barcelona bien podría empezar a desentenderse de la Liga, aunque ni Guardiola ni los futbolistas admitieron nunca públicamente una claudicación. Además, otra preocupación sobrevuela en el microclima culé: la indecisión de Guardiola para renovar el contrato que vence a mitad de año.No faltaban motivos para la dispersión ayer en el Camp Nou, que también es testigo de los sufrimientos que provocan las lesiones en un plantel que es altísimo en calidad, pero muy corto en número para atender varias competencias en simultáneo. Por encima de todas las distracciones y excusas se puso Lionel Messi, artífice del 5 a 1 ante Valencia, uno de los rivales más duros que puede oponer la "otra" liga que disputan los que están por debajo de Real Madrid y Barcelona.Desde su indiscutible condición de mejor jugador del mundo, a veces parece que Messi sólo compite contra sí mismo, como si no tuviera rivales que pudieran hacerle sombra. El partido de ayer, por sí solo, resaltaba en la carrera de la Pulga porque representaba el N° 200 por la Liga de España (suma 306 entre todas las competencias oficiales con el club catalán). A los 24 años, es el futbolista más joven en la historia del Barça en alcanzar los dos centenares de encuentros.Messi decidió celebrar a lo grande esa cifra simbólica: hizo cuatro goles, productividad que sólo tenía un antecedente en su maravillosa carrera. Desde la cima de su reinado, Messi atiende las pocas cuentas pendientes que le dan vueltas. Una de ellas, dentro de la avasallante capacidad ofensiva de Real Madrid, es la ventaja que le había sacado Cristiano Ronaldo como Pichichi de la Liga. El portugués, con 28 tantos, lo superaba por cinco; ya lo tiene en la nuca, con sólo un festejo por delante...

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