Extravagante activismo judicial

Los servicios que aparecen al paso de la evolución tecnológica generan, cuando son aceptados como útiles por quienes los consumen, situaciones también nuevas que siempre son abordadas por las legislaciones después de su generalización, como no podría ser de otra manera, ya que se trata de fenómenos disruptivos y, por ende, impredecibles.Como trasfondo de esta evolución inevitable, y saludable, existe la discusión sobre si las empresas que organizan estos sistemas prestan los servicios al público o solo deben ser consideradas proveedoras de las soluciones tecnológicas. Lo mismo ocurre en el transporte de personas con empresas como Uber o Cabify, a las que ningún razonamiento honesto permitiría someter a exactamente la misma regulación pensada para los taxis. Tratar a un automóvil como a un carro tirado por caballos o a un procesador de texto como a una máquina manual de escribir es tan descabellado como contraproducente para el progreso humano.El magistrado Roberto Gallardo, que integra el Poder Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, (Rappi, Glovo y Pedidos Ya), que desarrollaron aplicaciones para teléfonos móviles, dirigidas al reparto de alimentos y otros productos en moto o en bicicleta.Gallardo fundó su conclusión en que los repartidores no cumplen las normas de tránsito ni las de seguridad vial y que las empresas tecnológicas no están inscriptas en determinado registro como supone que deberían estarlo.Paralelamente, fundó también esa prohibición en la afirmación de que el gobierno de la ciudad no ha podido o no ha querido controlar de manera suficiente el cumplimiento de esas normas.La prohibición es en sí muy singular, porque recae sobre una generalidad de personas, un sector entero al que un juez presume indefectiblemente infractor, no a individuos concretos aunque sean muchos, e impide trabajar a quienes no han sido parte en el proceso judicial y, por ende, no han tenido oportunidad de defenderse. Sancionar a una "colectividad" por creerla infractora serial es lo más parecido a un prejuicio discriminatorio...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR