El exquisito arte de restaurar

"No habrá una sola cosa que no sea una nube. Lo son las catedrales, de vasta piedra y bíblicos cristales, que el tiempo allanará", escribió Borges.

Contra ese paso del tiempo trabajan los restauradores, pero el criterio de lo su trabajo varió a lo largo de diferentes épocas. Según explica Germán Carvajal, responsable de la tapicería y de los textiles del Teatro Colón, "es preciso estudiar las distintas intervenciones y así determinar cuál es la más valiosa, qué de todo lo que se superpuso es lo que merece ser rescatado".

Para el arquitecto, integrante de la Comisión Directiva de Basta de Demoler "en todas las épocas se ha acertado y se han cometido errores, no siempre volver al estado original es lo mejor. El criterio exclusivamente historicista es lo más certero".

Hay que estudiar, saber, observar y pensar antes de restaurar, dice. Basándose en su experiencia cuenta que en el Teatro Colón se limpiaron demasiado a fondo las pátinas del estuco del foyer. Al mismo tiempo, se dejaron algunos testigos del aspecto previo a la restauración en el reverso de alguna de las columnas.

Carvajal tampoco se entusiasma con la protección de cera micro- granulada con grafito que aplicaron sobre las esculturas de bronce de la ciudad.

El grafito es una...