Un experto en ascensos, para levantar el ánimo

Nada vinculó hasta ayer a Omar de Felippe de manera tan directa con Independiente, pese a que ya trabajó en el club como colaborador de Julio César Falcioni, en 2005/6. Ése fue uno de los motivos de la contratación: un recambio integral. Su imagen no guardó puntos de contacto con los anteriores entrenadores, en orden, Américo Gallego y Miguel Brindisi. En el perfil bajo delante de las cámaras y en el fuerte temperamento puertas adentro estarán las otras explicaciones por las que el ex DT de Quilmes llegó a Avellaneda.En las primeras palabras, según sus formas, pareció notarse cómo intentará despegar a los Rojos de la crisis: con un estilo frontal, pero sin flancos descubiertos en las cuestiones de fondo; con una idea flexible, aunque sobre la base de tres o cuatro postulados que nunca estarán en discusión.Las urgencias de Independiente coincidieron con la determinación de De Felippe, de 51 años. Ni bien se pusieron de acuerdo con las condiciones económicas (el contrato será apenas inferior al que tenía Brindisi), al mediodía, se llamó a una conferencia de prensa para la presentación del entrenador; un par de horas después comenzó el primer entrenamiento, en Villa Dominico, donde apenas la prensa pudo entrar unos minutos."Ahora necesitamos que el equipo se sienta seguro y, a partir de la confianza, comenzarán los resultados. Todos los desafíos que te tocan son los más importantes. Y éste es el más importante de mi carrera", aseguró el DT, que tendrá como ayudantes de campo a su hermano, Walter, y a Ariel Wiktor, que ya estaba en el club y que le facilitará el conocimiento y la adaptación. El preparador físico será Fernando Gómez y Alfredo Rodríguez, el entrenador de arqueros.Una y otra vez De Felippe subrayó el aspecto anímico del plantel y en eso se concentró ni bien estuvo cara a cara con los jugadores. Los reunió durante alrededor de 25 minutos y les dio los primeros lineamientos. El principal: olvidarse de todo lo que sucedió y concentrarse en los próximos partidos. "Pasos cortos", repitió. Se saludó con afecto con Cristian Menéndez, a quien dirigió en Quilmes, y con Fabián Assmann, que asomaba durante la etapa de Falcioni en la entidad de Avellaneda. Con todos los demás estableció el primer contacto."Disiento con eso de que para jugar en la B sólo hay que tirar pelotazos y buscar el rebote o la segunda jugada. No digo que no haya que usar ese método en algunas circunstancias, pero primero hay que sacarles provecho a los jugadores que uno tiene [...]...