Para evitar cortes, pagan 80 veces más por la energía

Era la primavera de 2007. El Gobierno, que ya había empezado a recorrer el camino de las soluciones heterodoxas para problemas relacionados con la falta de inversión, a través de Enarsa convocó a una licitación para sumar 11 equipos móviles de generación eléctrica durante el verano. Fue una alternativa cara e ineficiente, pero desde la mirada del ministro de Planificación, Julio De Vido, parecía un precio justo para evitar el costo político de una ola de cortes de electricidad en la época más calurosa del año.

Ocho años después, esa opción, que había surgido por la coyuntura, se convirtió en una solución permanente; de hecho, hay un equipo en las cercanías de la Casa Rosada.

Los números oficiales muestran los resultados del plan: en enero de este año, el Gobierno les pagó a las unidades de generación móvil (UGM) 80 veces más en promedio que a las grandes unidades térmicas convencionales (más eficientes), como Central Puerto y Costanera.

En el caso de los equipos más caros, las diferencias llegaron a superar hasta 180 veces el precio promedio de la energía de las mayores usinas del país, según figura en los registros de Cammesa (la compañía administradora del mercado) que vio LA NACION.

Esas unidades se dejan ver en varios rincones de la ciudad de Buenos Aires, pero también en otras zonas del país. Suelen ser máquinas enormes, ubicadas dentro de una caja similar a un contenedor, que apuntan a resolver problemas de distribución (como los de Edenor y Edesur) o de transporte (Transener es la empresa que presta ese servicio a nivel nacional).

El tamaño de la factura -que surge principalmente de acuerdos de suministro que firmó Enarsa durante la gestión de Exequiel Espinosa y el paraguas de Planificación- impresionó incluso al ministro de Economía, Axel Kicillof. Desde fines del año pasado, sus hombres intentan pasar la mayor cantidad de contratos a la órbita de la Secretaría de Energía (Mariana Matranga es su titular), que si bien está en el organigrama que lidera Julio De Vido responde a Economía. También iniciaron gestiones para reducir los costos.

"No se pueden comparar porque tienen funcionamiento y objetivos distintos. Se trata de centrales de pequeña potencia que se ubican en puntos de la red donde hay requerimientos extremos. Esto permite mantener los niveles de tensión. Si tuvieras que abastecer con 20 Mw ante un extremo de frío, deberías prender una turbina mucho más grande", argumentó una fuente de Planificación.

Cammesa autorizó pagos...

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