Evanescence está de vuelta

RIO DE JANEIRO.- De nuevos sueños y de sueños rotos, de eso trata el álbum de Evanescence que acaba de llegar a las bateas. Es el tercero de la banda que hoy, más que nunca, lidera la cantante, compositora y pianista Amy Lee. De la formación original sólo quedó ella, y será ella quien tenga por delante el desafío de que este nuevo disco, Evanescence , se acerque al exitoso Fallen (2003), que vendió más de 15 millones de originales en todo el planeta.Hace un tiempo que la chica de Little Rock (Arkansas, Estados Unidos) se mueve sola. Tras las partidas del bajista Will Boyd, el guitarrista John LeCompt y el baterista Rocky Gray, la chica que en diciembre cumplirá 30 años comenzó a escribir sola. Se tomó un tiempo considerable, se divorció, aprendió a tocar el arpa y acá la ven, de vuelta al frente de Evanescence, con un álbum que define como el más pesado de la banda y letras que surcan historias de amores y de desamores.En Río de Janeiro, Amy se hospedó en la zona de Santa Teresa, en una construcción de tipo colonial que funciona como un pequeño y apacible hotel... salvo, claro está, por los gritos de los fans que esperan afuera y que tendrán su premio cuando la vocalista se asome a saludarlos y a cantar con ellos el single "What You Want". Allí nos recibió y, tras comentar con algo de humor el susto que le daba empezar la gira en Rock in Rio -"Usualmente el primer show es en un lugar pequeño, para algunos fans, pero, miren dónde empiezo... y ante 100.000 personas!"-, se entregó con gusto a la charla. Afuera, su público seguirá cantando en un mediodía carioca que supera los 30°.Evanescence se mueve entre la calma y la tormenta, entre riffs pesados y melodías dulces, siempre comandado por una Amy Lee de decires tan amables como metafóricos, pero que también pueden virar a dagas filosas para acompañar, como ella dice, el disco más pesado del grupo. Aún suena algo dark y es probable que eso sea inevitable. Está en su esencia, al fin de cuentas la única que sobrevive en la banda que creó junto con Ben Moody a mediados de los 90.-¿Cómo fue el proceso de creación y de dónde salió la inspiración para encarar este nuevo disco?-Fue un buen proceso. Al principio, estaba esperando tener una idea. Todos me preguntaban por qué me estaba tomando tanto tiempo para hacer un nuevo disco y para hacer música, arte, lo que sea, se necesita tiempo. Yo empecé a escribir porque amo la música, es un proceso de creación, un largo viaje que fue por distintas direcciones...

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