Evaluaron echar a la Argentina del G-20

Molesto con la participación de la presidenta Cristina Kirchner durante la cumbre del G-20 que se celebró en Washington en 2008, el grupo que aglutina a los siete países más poderosos del planeta (G-7) evaluó junto a España y Holanda expulsar a la Argentina del foro de los veinte países industrializados y emergentes.La posible exclusión del país por la actuación de la Presidenta llevó incluso a los embajadores en Buenos Aires de esas potencias a coordinar esfuerzos para evitar que la mandataria ahondara en sus errores durante la siguiente reunión del G-20, que se celebró en Londres en abril de 2009."El grupo estuvo de acuerdo en que el gobierno argentino parece consciente de que una Argentina percibida como políticamente conflictiva podría ser expulsada del G-20 o ver que las acciones vinculadas a paliar la crisis [mundial] se transfieran a otro foro que la excluya", fue el resumen que la embajada de Estados Unidos envió a Washington, el 16 de marzo de 2009, según uno de los cables filtrados a WikiLeaks y cuya copia obtuvo LA NACION.El cable sintetizó el encuentro al que cinco días antes, el 11 de marzo, convocó el entonces embajador norteamericano, Earl Anthony Wayne, para un selecto grupo de colegas. Asistieron los embajadores en Buenos Aires de Gran Bretaña, Shan Morgan; de Alemania, Gunter Kniess; de Japón, Hitohiro Ishida, y de Italia, Stefano Ronca.A ellos se sumaron los número dos de las embajadas de Francia, Claudia Delmas-Scherer; Canadá, Rejean Tessier, y de la Unión Europea, Carlos Gimeno Verdejo, y dos invitados: los embajadores de España, Rafael Estrella, y de Holanda, Henk Soeters.Entre café y café, los diplomáticos del "G-7 plus", como dieron en llamarse, coincidieron en que veían bien parada a la Argentina para sortear la crisis económica y financiera mundial. Pero de inmediato volvieron al tema que los preocupaba, la cumbre por celebrarse tres semanas después."Los embajadores también coincidieron en la importancia de un contacto directo de los líderes [de sus respectivos países] con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para ayudar a asegurarse su rol constructivo en la cumbre del G-20", tras lo ocurrido en noviembre de 2008 en Washington.Durante aquella cumbre, la Presidenta criticó al Fondo Monetario Internacional (FMI) y exigió su reforma, pero concentró la atención por dos motivos: habló más del doble de tiempo que el resto de los líderes -incluido George W. Bush, en la recta final de su mandato- y llegó tarde a la foto oficial...

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