Eugenio Cuttica. 'En la Argentina estamos viviendo un momento muy psicópata en la cultura'

Eugenio Cuttica vive en Long Island con su familia; desde hace dos años no visitaba la Argentina

El pintor que considera sus obras "entes enérgeticos", que vive en una mansión en Long Island con su familia de artistas, que pinta un promedio de doscientas pinturas por año y que, según dice, no necesita de curadores ni de galeristas para vender su trabajo está en Buenos Aires. En su megaestudio de Barracas, que estará abierto al público este viernes en el marco del programa Talleres Abiertos de Par en Park (en el edificio conocido como Central Park, en California al 2000, a metros del Puente Pueyrredón), Eugenia Cuttica (Buenos Aires, 1957) reflexiona sobre arte, cultura y política. Para él, la constante crisis económica de la Argentina se explica por una crisis espiritual. " La miseria económica que existe, el hambre en el país de la comida, proviene de una miseria espiritual, de un abandono de la verdad filosófica y un abandono de la conexión con lo sagrado con la que todos nacemos -dice a LA NACION-. De ahí proviene la miseria económica".

Eugenio Cuttica, en su taller del edificio Central Park en Barracas

Acompañado por sus asistentes y decenas de pinturas de gran formato -para Cuttica, las obras deben tener el tamaño de una puerta para impactar mejor en "el plexo" de los espectadores-, cuenta que se hospeda en San Telmo. "Hago canjes con hoteles y restaurantes. Les presto cuadros y ellos me dan tantas cenas por mes o alojamientos en habitaciones. Hoteles muy buenos y restaurantes muy buenos". El dinero es la obra. En Long Island, vive en la mansión que compró a la familia de la artista estadounidense Gloria Hirsch, "en una propiedad que ahora se llama Campo Cuttica, una finca de veinte hectáreas aproximadamente que tiene tres lagos; Hirsch hizo ese predio para convertirlo en un lugar de sanación a través del arte y la naturaleza". Cuttica creará un parque de esculturas monumentales abierto al público y una escuela para artistas jóvenes.

Las obras de Cuttica están bien cotizadas y suelen tener gran tamaño

El hecho de residir fuera del país le proporciona una mirada sin prejuicios sobre la sociedad argentina que, en su opinión, "vive un momento de inversión de los valores, de disfuncionalidad del lenguaje, como llamar a algo por el antónimo; eso produce ensañamiento". El ejemplo más a mano se lo brinda el presidente Alberto Fernández, cuando festejó como una victoria la derrota en las urnas del Frente de Todos el pasado domingo 14. "Vendría a ser como una ceniza volcánica que lo cubre todo, que se mete en todos lados -ejemplifica-. Yo lo puedo ver, pero la mayoría de los argentinos no lo puede ver porque es como el pez que está en el agua pero no sabe lo que es el agua. Para saber lo que es el agua hay que salir del agua. Y como constantemente estoy viajando, me doy cuenta muy fácilmente de esos temas".

El artista y "Luna", el personaje femenino que reaparece en sus pinturas

Sin temor a ser señalado como "políticamente incorrecto", es crítico del feminismo . "Lejos de hacer que disminuyera el machismo, hizo que el machismo se extienda a los dos extremos. Porque el feminismo pelea contra el machismo y establece una batalla contra el hombre con armas machistas , a tal punto que prácticamente hoy en día es casi imposible formar relaciones heterosexuales y todos extrañamos ese yin que conocían nuestras abuelas y bisabuelas". La fuerza de la feminidad -el yin - es un motivo recurrente en sus pinturas. "Pinto eso, pinto un tema tabú del que no se puede hablar en la actualidad", agrega. Cuttica está casado con Ruth Keudell, su "cable a tierra", y tiene dos hijos, Nicolás y Lautaro, que son artistas. Incluso sus nueras son artistas.

-¿Hacía mucho que no volvía al país?

-No pude venir por dos años por la pandemia. A mucha gente le pasó. Por suerte, tengo dos asistentes ejemplares que hicieron que el taller continuara trabajando: mi secretaria Irina y Sebastián, que es artista y vino cuando tenía quince años. Hacía pasacalles, vivía haciendo pasacalles, yo vi su potencialidad y ahora es un gran pintor.

-¿Trabajaban por Zoom?

-No. Yo tengo mucha obra acumulada y los asistentes me preparan los fondos. Después vengo, y hago la piel del cuadro. Ellos construyen el cuadro, hacen los fondos y yo le doy todo lo que es la parte más...

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