ETA anuncia la entrega de sus armas, en otro paso hacia su disolución

MADRID.- La banda terrorista ETA, responsable de más de 800 muertes en 40 años de atentados y asesinatos a sangre fría, transmitió ayer su voluntad de entregar las armas que mantiene escondidas, en un proceso "unilateral y definitivo" que estaría listo en los primeros días de abril.

Acorralada por la policía y con su estructura reducida a un puñado de prófugos, la agrupación vasca daría así otro paso hacia su demorada disolución. El desarme se espera en España desde 2011, cuando los etarras anunciaron el cese definitivo de la violencia.

La noticia se conoció por el diario francés Le Monde, al que le llegó la información a través del activista de izquierda Jean-Noël Etcheverry, alias Txetx, detenido en diciembre mientras intentaba hacer desaparecer armas que en teoría pertenecían a la banda.

"ETA nos ha confiado la responsabilidad del desarme de su arsenal y, en la tarde del 8 de abril, ETA estará totalmente desarmada", declaró Etcheverry a Le Monde.

El gobierno vasco, del nacionalista moderado Íñigo Urkullu, le dio credibilidad al dato. "Mi gobierno ha estado directamente informado. Ahora esperamos que el desarme sea unilateral, irreversible, completo y legal", dijo.

Hace tiempo que los terroristas quieren entregar el arsenal que todavía tienen oculto, pero intentaban pactar condiciones con el gobierno español. Llegaron a contactar con un grupo de expertos internacionales que se ofrecía para validar la maniobra. Pero el presidente Mariano Rajoy, del Partido Popular (PP), se negó siempre a entrar en negociación. "ETA decidió desarmarse unilateralmente. Que lo haga y de paso que se disuelva. Nuestra postura no va a cambiar", reaccionó ayer Rajoy.

Según fuentes del Ministerio del Interior, los etarras tienen en escondites del País Vasco y del sur de Francia un arsenal de un centenar de pistolas y tres toneladas de explosivos.

El activista Etcheverry dijo a Le Monde que en la entrega prevista participarán cientos de personas de organizaciones civiles y algunos políticos vascos. Espera que haya verificadores internacionales y pide a las policías de los dos países que no impidan el operativo.

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