Estudiantes lo pasó por arriba

Por Martín Carrasco Para LA NACIONLA PLATA.- Superioridad en cada una de las líneas, decisión y, por sobre todas las cosas, actitud. Mucha actitud. Estudiantes supo usar la cabeza para manejar el partido y para llegar al gol. Así, desde el comienzo del partido hizo fácil un compromiso de Copa Libertadores, algo que no resulta demasiado habitual en estos tiempos. Es cierto, enfrente tuvo a Guaraní, un equipo muy limitado y que no opuso fuerza. Pero los encuentros que en los papeles aparentan ser accesibles hay que ganarlos en la cancha. Y Estudiantes lo hizo, con una muy buena demostración de juego colectivo que recordó al campeón de este torneo en 2009, para redondear este categórico 5-1, con la particularidad que cuatro de los cinco tantos fueron de cabeza.En 25 minutos, el equipo platense ya había definido el partido. Sobró un tiempo y medio, lapso en el que quedaba saber cuántos goles más iban a llegar del conjunto argentino. El descuento paraguayo parecía una utopía, pese a que apenas comenzado el segundo tiempo quedó con un hombre más por la tonta expulsión de Facundo Roncaglia (una infantil reacción del defensor de Estudiantes).El partido amaneció con un festejo. Enzo Pérez, siempre eléctrico, desbordó por la derecha y lanzó un preciso centro que Rodrigo López transformó en gol cuando el reloj marcaba solamente 97 segundos. El delantero fue protagonista excluyente en ese comienzo vertiginoso. Tuvo dos manos a mano para aumentar. Uno se lo sacó el arquero Pablo Aurrecochea y en el otro definió mal, demasiado desviado. Estaba cerca, era cuestión de insistir. De cabeza, de nuevo, pudo llegar al gol, al conectar de espaldas un largo y preciso pelotazo de Juan Sebastián Verón desde la mitad de la cancha.Para cerrar la etapa quedaba un frentazo más, el de Leandro González. El volante definió una muy buena jugada colectiva, que tuvo como pase final un centro milimétrico de Raúl Iberbia.Aun con uno menos, Estudiantes no sufrió. Es más: siguió generando más peligro ante un Guaraní que dejaba espacios atrás, no marcaba en el medio y desperdiciaba las pocas llegadas de gol que creaba. Por eso no extrañó que a los 13m de la segunda...