Estrellas de reparto

Messi y Tevez fueron el afiche de la mejor película que hoy por hoy puede ofrecer el fútbol, pero no se llevaron el Oscar por sus papeles protagónicos. Se destacaron más los actores de reparto, que bien merecido tienen su premio. Por allí debe andar contando su historia Suárez y bien podría haberle tocado a Marchisio, que en una sola jugada transformó el cattenaccio en tacconaccio.

Messi y Tevez fueron esta vez complementarios en sus equipos. Acostumbrados a ser decisivos, el guionista les reservó a ambos dos escenas calcadas en momentos clave del film. A Carlitos, después de aquel taco de Marchisio, le tocó hacer un giro bien de él para sacar un remate que forzó a Ter Stegen a dejarle el rebote en los pies de Morata, para que convierta el gol. Leo, después de una electrizante corrida de las suyas, sacó un zurdazo que no le dejó otra alternativa que el rechazo corto al Buffon que hasta allí había sido Rey para que Suárez coronara su noche.

A Messi no se lo vio nada contrariado, tras el partido. Lo que puede ser obvio, porque al fin y al cabo su Barcelona logró el objetivo, no lo es tanto en este nivel de figuras, acostumbrados a ser siempre los primeros en el cartel.

A Tevez tampoco se lo vio enojado, cuando Platini le dedicó un tiempo más, igual que a Pirlo, al colgarle...