El estatismo eléctrico: otra vuelta al pasado

Luego de haber impuesto reglas fuertemente intervencionistas en la actividad petrolera, el gobierno nacional, a través del funcionario e ideólogo de estos cambios, http://www.lanacion.com.ar/1502409-determinara-el-gobierno-la-ganancia-del-sector-electrico . De esta forma se va cerrando el cerco de un más amplio y profundo control gubernamental sobre las actividades productivas.En este caso, será una oficina estatal la que decidirá las tarifas eléctricas de cada compañía, sea generadora, transportadora o distribuidora, midiendo sus costos y definiendo sus márgenes de ganancia. El criterio, conocido como de costo plus, difiere esencialmente del que se instrumentó a comienzos de los años noventa y que ya había sido afectado y distorsionado con los congelamientos tarifarios que se sucedieron a la salida de la convertibilidad y la devaluación. El régimen regulatorio ahora anunciado se asemeja al que estaba vigente en tiempos de la propiedad estatal del sistema eléctrico.El camino adoptado es equivocado y no permite presagiar otra cosa que ineficiencia, escasa inversión, conflictos permanentes y más corrupción.El sistema regulatorio eléctrico que había adoptado la Argentina en 1993 hizo posible un notable aumento de la eficiencia y una importante reducción de los costos. Al mismo tiempo, indujo inversiones que no sólo permitieron subsanar las enormes carencias del sistema, sino además aumentar las reservas de capacidad por encima de los estándares internacionales. El sistema regulatorio eléctrico argentino era expuesto en foros del exterior como un modelo a imitar.En lugar de normalizar las tarifas y retornar al normal funcionamiento de ese sistema regulatorio, el actual Gobierno ha resuelto retornar a procedimientos que sólo se explican por los desvaríos ideológicos de quienes, desde el...