'Estuve esposado en mi casa mientras declaraba'

"El martes a la noche cuando estábamos durmiendo, escuché cómo a alguien le tapaban la boca, unos pasos y cómo rasguñaban las paredes. Yo golpeé la pared y ahí empezaron a rasguñar. Al rato, Mariela, Jazmín y yo escuchamos una frenada de un auto y una niña que gritaba: « Ayuda, ayuda ». "Las frases, contundentes, según el expediente judicial, fueron dichas por un testigo de identidad reservada que vive en la casa contigua a la vivienda situada en Charrúas 1081, en Villa Tesei, donde se presume que estuvo cautiva Candela Sol Rodríguez. Allí vive uno de los detenidos del caso, el carpintero Ramón Néstor Altamirano, de 55 años.LA NACION habló ayer por la tarde con el vecino de Altamirano, un hombre que se identificó como Pedro (aceptó tomarse fotos, aunque aclaró que el nombre era de fantasía), quien es pareja de Mariela y padrastro de Jazmín [ambas nombradas por el testigo de identidad reservada en la causa]. Pedro admitió haber declarado ante la Justicia durante más de cuatro horas, junto con su mujer, en la casa donde viven con los tres hijos de Mariela. Pero ayer, en diálogo con LA NACION, negó haber escuchado rasguños y los gritos de una niña, tal como figura en la causa judicial."Hace una semana vinieron de la fiscalía, sacaron fotos, se llevaron un gorro porque habían encontrado un pelo, que debía ser de la gata o de Jazmín, y me tuvieron esposado mientras declaraba durante cuatro horas", contó Pedro a LA NACION en el jardín de su casa, mientras Jazmín jugaba en el parque y Mariela, su mujer, dormía la siesta.Según este testigo, él jamás mencionó "lo de los gritos y los rasguños. Si de...

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