El especialista

Como si se tratase de una fórmula secreta, Boca construye parte de su historia con el código penal . La definición en la Copa Argentina, el pasaporte a la final del certamen, frente a Deportivo Merlo, con la magnífica ejecución de Juan Román Riquelme y la enorme capacidad de Sebastián Sosa para leer a los rivales, escriben un nuevo capítulo en el manual de éxitos xeneizes desde los doce pasos. Mientras muchos sostienen que estas situaciones son una lotería y otros entienden que el azar no es el responsable de todo, Boca se erige como un auténtico especialista en la materia. Copa Libertadores, Sudamericana, Europeo-Sudamericana, amistosos, finales, octavos de final, cuartos... No importa la instancia: el conjunto xeneize ha demostrado, en los últimos 12 años, que sabe de qué se trata esta historia y somete a sus rivales con ese método. Ha tenido que resolver su gloria en 16 definiciones oficiales por penales y en trece de ellas logró su objetivo."El único que puede estudiar y mirar es el arquero. Porque se repite el que patea. Después, yo no creo que se puedan trabajar mucho. Vos podés patear toda la semana, sin gente, sin presión, y hasta el arco te parece más grande." Las palabras de Juan Román Riquelme, en 90 minutos de fútbol, por Fox Sports, resultan un disparador que invita a revisar la historia de su amado club para entender que parte del secreto radica en la impronta y el carácter del conjunto.Son varios los futbolistas que han demostrado su capacidad para este asunto de los doce pasos. Oscar Córdoba fue clave en la consagración en la Copa Libertadores 2000, cuando ante Palmeiras le contuvo penales a Asprilla y a Roque Junior, y después Jorge Bermúndez selló la coronación. Nada fue casual en esa Libertadores, porque Carlos Bianchi y su cuerpo técnico estudiaban a los futbolistas que ejecutaban los penales. Incluso, en aquella final en el Morumbí, Carlos Ischia, ayudante de campo, se colocó detrás del arco, machete en mano, y le indicó a Córdoba hacia dónde tirarse, según el pateador. Tan planificado estaba todo que en 2001, ante Cruz Azul, en la Bombonera, cuando Boca venció por 3-1 en esta definición, Bianchi envió a uno de sus utileros para evitar perder a uno de sus colaboradores, si el árbitro advertía que uno de ellos estaba dando instrucciones y decidía sancionarlo.También con Roberto Abbondanzieri Boca dejó su nombre en ese firmamento. El arquero demostró que tenía muy estudiado cómo imponerse cuando tenía delante a sus rivales. Se quedó...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR