El escrutinio definitivo demoraría una semana

El Gobierno anunció ayer que el escrutinio definitivo para la categoría presidencial demoraría, a más tardar, una semana. El apuro busca acotar la incertidumbre frente a la posibilidad de un resultado ajustado que deje en dudas un posible ballottage.

El director nacional electoral, Alejandro Tullio, adelantó que el resultado definitivo no debería extenderse más allá de siete días. Incluso, dijo a LA NACION que podría terminarse antes.

El adelanto de los resultados se dará después de que la junta electoral de la provincia de Buenos Aires decidió que se cuenten en primer lugar los votos para la categoría de presidente y parlamentario del Mercosur, con lo que por ser el distrito con mayor caudal de votos (representa el 37 por ciento del padrón nacional) provocará un automático conteo más rápido para definir al sucesor de Cristina Kirchner.

En las primarias, el escrutinio definitivo demoró 21 días, agravado por la multiplicidad de boletas en función de las elecciones internas en las distintas categorías. Esta vez, ya con menos boletas y participantes, el conteo debería simplificarse.

El Gobierno teme que ante un resultado ajustado frente a la posibilidad de que haya o no segunda vuelta la oposición denuncie irregularidades y trabe cualquier tipo de proclamación.

Como la provincia de Buenos Aires suele ser el distrito que más demora en procesar los datos...