Ante otro escándalo parlamentario

No hace muchos días, sostuvimos en esta columna que el proyecto de ley de presupuesto del año próximo, que el Poder Ejecutivo había enviado al Congreso, constituía un escándalo porque, como en los presupuestos de los años anteriores, sus cifras constituían un simple dibujo alejado de la realidad para que luego el Gobierno, arbitrariamente, pudiera reasignar partidas.A ese escándalo de un presupuesto esbozado en el aire y destinado a no cumplirse, se agregó el miércoles el de su tratamiento en la Cámara de Diputados, cuando en el mismo recinto comenzó a denunciarse que algunos emisarios del Gobierno presionaban a diputados opositores mediante el ofrecimiento de dinero, para el legislador o para proyectos de su provincia, con el objeto de que beneficiaran al oficialismo y así lograr la aprobación del proyecto.Lo que mal había nacido no podía más que abrirse camino de mala manera en el trámite parlamentario. Es que, a diferencia de los años anteriores, el kirchnerismo no cuenta ya con mayorías legislativas para imponer su voluntad.Ante esta realidad de índole matemática, y sabiendo que el proyecto recogía serios y fundados cuestionamientos, lo que correspondía, como en toda democracia que se precie de tal, era que el oficialismo procurara un cierto consenso con la oposición.En cambio, quizás obedeciendo órdenes del Poder Ejecutivo, el oficialismo se lanzó a conseguir la aprobación contra viento y marea. Y entonces llegaron las denuncias. Primero, la diputada Elisa Carrió sostuvo que el radicalismo había puesto en marcha lo que ella denominó "la gran Jaroslavsky", consistente en otorgar quórum, criticar el proyecto en los discursos y luego retirar del recinto algunos diputados para facilitarle la aprobación al Gobierno.Luego, llegaron las denuncias de ofrecimientos de presuntas dádivas por parte de emisarios, entre otros, del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y del ministro de Planificación, Julio De Vido.Dada su gravedad, las denuncias suscitaron investigaciones tanto en la Justicia como en la...

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