El escándalo y los temores envuelven al fútbol uruguayo

MONTEVIDEO.- "No creo que la FIFA nos sancione", dijo el presidente del Uruguay, José Mujica, ayer al caer la tarde de un día que selló la dura crisis del fútbol de este país, a dos meses y pico de debutar en el Mundial de Brasil. Es que, en medio de una situación tensa en la interna de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), el jefe de Estado oriental había tomado una decisión que precipitó la crisis.Ayer al mediodía, el Consejo Ejecutivo en pleno de la AUF presentó la renuncia indeclinable y el fútbol uruguayo quedó suspendido; sin partidos por el torneo local y con incertidumbre sobre el futuro del proyecto dirigido por Washington Tabarez. Ahora buscan nombrar nuevos dirigentes provisorios hasta después del Mundial.Hace varias semanas, en el fondo de la interna dirigente estaban las negociaciones por los derechos de televisación de los partidos de la selección celeste a partir de 2016, cuando se inicie la serie de clasificación a la Copa del Mundo 2018. Pero las formas de encarar algunos episodios de violencia que se dan en espectáculos deportivos y la incidencia de esas medidas en el desarrollo del torneo terminaron por hacer caer el castillo de naipes."Me voy porque no hay gobernabilidad en el fútbol y todo tiene su límite", dijo Sebastián Bauzá, que presidió la AUF en este período de recuperación del orgullo celeste, con un cuarto puesto en el Mundial de Sudáfrica 2010, la Copa América ganada en la Argentina en 2011, la clasificación a Brasil 2014 y el mantenimiento de un alto puesto en el ranking mundial de la FIFA.Bauzá fue breve al responder ayer cuando se retiraba de la sede del fútbol uruguayo, tras despedirse de los funcionarios de esa organización.En otra parte de Montevideo, Mujica salía a explicar que sus decisiones de la semana pasada, de negar la presencia de policía en el Estadio Centenario cuando juegue Peñarol y en el Parque Central, cuando juegue Nacional, no iban a generar sanciones a la selección celeste que la dejaran fuera del Mundial. Es que, tras la renuncia de Bauzá, se indicaba que la FIFA podría sancionar a Uruguay si comprobaba intromisión política del gobierno nacional en las decisiones de la AUF. Eso, por los hechos que se dispararon a raíz de los incidentes de violencia que se dieron el miércoles de la semana pasada, luego del partido que el Nacional de Montevideo perdió...

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