Otro escándalo por la pauta publicitaria oficial

Dos nuevos escándalos le estallaron al Gobierno, que a su vez contribuyó a potenciarlos y ponerlos sobre el tapete al adoptar con los jueces a cargo dos actitudes diametralmente opuestas, pero tendienteNos referimos, por un lado, a la abrupta interrupción del allanamiento de una mutual que cambiaba cheques, ordenada por el escandaloso juez federal Norberto Oyarbide a raíz de una llamada del subsecretario legal y técnico de la Presidencia, Carlos Liuzzi. En este escándalo, el Gobierno ha cerrado filas en el Consejo de la Magistratura a este juez francamente indefendible.En el otro caso, el avance que imprimió el juez federal Claudio Bonadio a una investigación sobre una presunta malversación de caudales públicos con la pauta publicitaria de Fútbol para Todos hizo que el Gobierno activara en el Consejo de la Magistratura un pedido de juicio político contra este magistrado. Al mismo tiempo, la Sala I de la Cámara Federal porteña anuló todo lo actuado por el magistrado y lo apartó del expediente en el que investigaba al ex jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina y al vocero presidencial y secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro.Esta causa nació a raíz de una denuncia de legisladores de Pro debido a la difusión, durante la transmisión de un partido de fútbol en 2012, de un spot televisivo en el que se responsabilizó al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, por una huelga de trabajadores del subte.En principio, Bonadio habría investigado, además, las cuentas de la pauta publicitaria en general. En este punto radicaría la principal preocupación del Gobierno con este sumario, pues se ha mencionado que existiría una diferencia de 200 millones de pesos entre los montos de las órdenes de publicidad acumuladas en años anteriores y la pauta efectivamente emitida al aire a través de los medios.Esa diferencia se habría registrado durante la gestión de Abal Medina, alguien que, según fuentes del Gobierno, sería ajeno al hecho, pero las mismas fuentes expresaron a LA NACION que la responsabilidad podría recaer sobre las segundas líneas, porque el dinero de la pauta publicitaria sería una de las cajas usadas con fines políticos. El gasto publicitario del año pasado ascendió a 1390 millones de pesos y, al margen de los negociados que pueda esconder, es sabido el manejo arbitrario que efectúa el Gobierno con la publicidad, pues privilegia a medios oficialistas y por lo general de escasa llegada al público, en detrimento de medios de llegada masiva...

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