Un equipo poderoso, pero que necesita sufrir para ganar

FORTALEZA.– El Mundial fascina, atrapa, conmueve. No da respiro, entrega emociones incluso cuando los relojes parecen esfumarse. Aunque casi no haya tiempo, la sorpresa se entromete una y otra vez. El nivel ayuda, empuja para adelante. Obliga, exige, no da margen para detenerse en reclamos o problemas. La pelota sigue girando y no sólo ofrece un espectáculo único desde la conversión de goles, sino también desde la calidad de las definiciones y de los momentos anímicos. Holanda entrega habitualmente muchas de esas sensaciones, como las que generó ayer, ganándole en tiempo de descuento a México por 2 a 1 y así clasificándose para los cuartos de final, donde se enfrentará con Costa Rica el próximo sábado, en Salvador.Estuvo a tres minutos de quedar eliminado, de sentir que los fantasmas de las tres finales perdidas en 1974, 1978 y 2010 volvían a apoderarse de su existencia, pero desde la actitud de los jugadores y la determinación de los cambios de Louis van Gaal se llevó la realidad por delante. Y lo ganó de arremetida, con más coraje que juego. Mientras en Holanda se discute sobre el sistema 5-3-2 y su entrenador se queja de que los periodistas espían prácticas para dar informes que lo perjudican, el seleccionado naranja sigue dando vuelta a sus rivales. Ayer fue el turno de México, pero antes habían sido España y Australia. Con ellos también había estado en desventaja en el marcador, pero al final terminó festejando, marcando un hecho histórico. Brasil 2014 es récord de remontadas en copas del mundo con nueve, igual que en las citas de Brasil 1970 y Corea-Japón 2002. Pero ahora todavía quedan partidos por jugarse.México lo había puesto contra las cuerdas con un remate desde fuera del área de Giovanni dos Santos, una especialidad del conjunto dirigido por Miguel Herrera, y Holanda –acostumbrado a jugar de contraataque– no podía entrarle, ni siquiera generarle situaciones de riesgo. Robben había sido su futbolista más peligroso, pero en los metros finales había intentado fabricar penales que correctamente no fueron comprados por el portugués Proenca. Pero esa impasse generada por el árbitro para que los jugadores se refrescaran y se hidrataran, a los treinta minutos del segundo tiempo, en lugar de beneficiar al equipo que defendía la diferencia terminó favoreciendo a Holanda. Con más retoques propuestos por Van Gaal terminó ganando, primero con un remate de Sneijder, luego de una pelota bajada en un córner por Huntelaar, y luego con la definición de este...

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