Entró en actividad un volcán chileno y los habitantes temen otra erupción

VILLARRICA, Chile.- A las tres y diez de la madrugada de ayer, Rosario Matte recibió una llamada telefónica que esperaba hacía dos semanas. Ella vive con su esposo a tres kilómetros del centro de Pucón, una de las ciudades más cercanas al volcán Villarrica. Por eso no oyó la sirena que anunciaba la erupción. Dice que fue impresionante asomarse a la ventana, porque da directo al macizo. En las noches previas, habían visto destellos y sabían que si ocurría algo, lo más probable era que no fuera de día. Pero no alcanzaron a sacar fotos ni a grabar: tenían que dirigirse a la península, área de seguridad determinada para los habitantes.

"Tomamos nuestro kit de emergencia, que era agua, comida, sacos de dormir y una carpa, y llegamos a instalarnos a la zona de seguridad con nuestro cuñado, su señora y su hija de dos años, que están viviendo con nosotros", relata Rosario. Ellos son parte de los más de 3365 evacuados que hubo tras la erupción del volcán, que duró 50 minutos en su fase más intensa, lanzando lava por las laderas y material piroclástico hasta 3000 metros de altura.

En Panguipulli, un poco más al sur de Licán Ray, Villarrica y Pucón, Adolfo Varela, director de la escuela María Alvarado Garay, despide a las últimas personas que llegaron a pernoctar al establecimiento, que fue usado como albergue. Hasta ahí llegaron 81 personas desde la comuna de Coñaripe. Ocho eran turistas santiaguinos. Sin embargo, a las dos de la tarde no quedaba nadie. Las autoridades habían permitido el regreso de casi todos a sus hogares y al anochecer no quedaban más de 390 personas sin poder retornar a sus casas. "Yo vi las llamaradas del volcán desde mi casa, vi la lava. Nunca vi antes algo así", recuerda Varela.

La erupción del Villarrica, si bien ocasionó una emergencia en la zona lacustre del sur de Chile, es de grado 2 en una escala de 0 a 8, lo que en vulcanología no significa mayor peligro. Es explosiva y viene inmediatamente después del grado 1, que es una erupción ligera. La de Pompeya, por ejemplo, fue de grado 5. Y la del monte Etna, en Sicilia, fue de grado 6, considerada colosal.

La presidenta Michelle Bachelet sobrevoló el volcán durante la mañana con tres de sus ministros y decretó la emergencia agrícola en la región. El perímetro de seguridad fue establecido a 10 kilómetros a la redonda del monte, pero 45 familias se negaron a salir y el Ejército debió proporcionarles víveres. La ruta entre las ciudades de Pucón y Villarrica estuvo cortada...

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