Un entrenamiento con variantes

HERZOGENAURACH.- "Equipo que gana no se toca" no es una de las frases de cabecera de José Pekerman. Todo lo contrario. Sobran antecedentes, especialmente en su etapa de juveniles, en los que el técnico se guía más por los rendimientos que por los resultados finales para determinar la formación siguiente a un partido.

La victoria por 2-1 ante Costa de Marfil no fue un canto de sirenas como para desoír de los desperfectos del funcionamiento del seleccionado, sobre todo en el medio campo. En este sector habrá una variante para enfrentar mañana, a las 10, a Serbia y Montenegro, en Gelsenkirchen: Luis González reemplazará a Esteban Cambiasso, lo cual motivará un retoque posicional, con la ubicación de Maxi Rodríguez sobre la izquierda.

El volante del Inter había sido uno de los más opacos ante los africanos. Desubicado, no aportó en la recuperación ni en la salida del equipo. Si bien lo citado cuenta en el análisis del entrenador, su decisión también apunta a brindarle las mejores condiciones posibles a su jugador referencial: Juan Román Riquelme. En el debut, el volante de Villarreal comenzó muchas de sus jugadas volcado sobre la izquierda, andarivel que ya no cubre en su totalidad Juan Pablo Sorin, ahora más retenido y con apariciones espaciadas en el ataque. Y Riquelme no suele sentirse cómodo sobre una banda; no es su territorio predilecto porque le provoca encierro y le resta panorama.

Por eso, con el ingreso de Lucho González y la aparición de Maxi Rodríguez por la izquierda, Riquelme volverá a una posición central, que se adapta mejor en su función de estratego. El jugador de Porto le aliviará la tarea por su natural capacidad para asociarse en el toque y la distribución, aunque entre sus obligaciones también tendrá que ocupar posiciones de contención cercanas a Mascherano.

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