Hipótesis y ensayos de la sucesión

amplió ayer su triunfo de agosto sobre . http://www.lanacion.com.ar/elecciones-2013-t48743http://www.lanacion.com.ar/1633029-elecciones-2013-gano-sergio-massaCon su espectacular elección de 2011, el Gobierno pretendió, en palabras del grupo Carta Abierta, la "eventual continuidad democrática de liderazgos cuando éstos aparecen como condición" del "proceso de transformación".El indicio más temprano de que ese deseo era problemático fue la sigilosa sustitución del apellido Kirchner por el de Insaurralde. Con los cómputos de las primarias, que ayer empeoraron, la Presidenta quedó desprovista de la ilusión de eternidad que requieren las jefaturas caudillescas para cohesionar a sus seguidores.De modo que deberá buscar otra estrategia para evitar que su grupo se disperse en los próximos dos años.En agosto, el oficialismo de la provincia de Buenos Aires inició un desplazamiento hacia Massa cuyo final no está a la vista. Los cortes de boleta que hubo ayer permitieron al intendente ganar en todo el conurbano, salvo en Lomas de Zamora -la tierra de Insaurralde-, La Matanza, Berasategui y Florencio Varela.En La Matanza, el Frente para la Victoria se impuso, pero retrocedió, lo mismo que en otros enclaves cruciales, como Merlo y Tres de Febrero. Hasta kirchneristas estrictos, como Juan Zabaleta, dirigente de Morón y mano derecha de Amado Boudou en el Senado, repartieron la papeleta de Massa combinada con la de los propios candidatos a concejales.Sin embargo, el 32,10% de votos bonaerenses que retuvo el Gobierno con Insaurralde son un desafío para Massa. El futuro diputado deberá darse una estrategia sofisticada para fidelizar al electorado antikirchnerista al que ayer sirvió como instrumento. El ensayo comenzó anoche. Su presentación del triunfo ante la TV sustituyó la Marcha Peronista por el ecuménico Himno Nacional, tarareado. Massa pronunció un discurso con eje en la conciliación nacional, propio, por el tono y la temática, de un candidato presidencial que se propone encabezar una alianza social más amplia que la de su partido.En este aspecto, el éxito de Massa perturba también a Mauricio Macri. No sólo porque los dos deben seducir a una franja social parecida. Con sus 41 años de edad, Massa puede representar la idea de renovación que Macri quiere encarnar con Pro. Consciente de estos retos, el jefe de gobierno aprovechó anoche el triunfo de sus listas en la ciudad de Buenos Aires para relanzar su candidatura presidencial en un discurso dirigido, sobre todo, contra...

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