Enigmas que siguen sin resolverse

De a poco los veraneantes regresan a sus actividades y comienzan los preparativos, aunque las clases siempre están en riesgo por la falta de acuerdo salarial. En muchos sentidos ha sido un verano sumamente complejo, y los efectos de noticias inquietantes sumado a la incertidumbre de cómo serán las semanas que vienen están en boca de todos. En los cafés, en las charlas informales, en las reuniones de trabajo, se deslizan los mismos temas que preocupan a todos, pero afectan mucho más a unos que a otros.Por ejemplo, el rubro de la construcción –que según algunos economistas no tiene muchas posibilidades de crecer este año– deja trascender un problema, grave como es la escasez de trabajo debido a una caída de obras en marcha. Es suficiente darse una vuelta por la ciudad, por ejemplo, para comprobar que esa disminución de proyectos en ejecución está a la vista de quien observe detenidamente la actividad.Pero esto es apenas una parte de la difícil realidad que comprende a este sector, afectado en gran medida por el cepo cambiario. La prolongación en el tiempo de esa determinación ha resultado muy negativa, y tal vez lo que sí merece el análisis es que probablemente nunca esta actividad ha tenido que soportar una traba que permanece en el tiempo...