Las empresas recurren a una batería de estrategias para enfrentar la crisis

Cercadas por una economía sumida en estanflación y sin visibilidad alguna, por la cuota de incertidumbre que le agregó el próximo recambio presidencial con un escenario que se planteó en principio binario, las empresas que pese a la crisis lograron mantener niveles de liquidez y de ganancias volcaron el dinero "ocioso" a reducir su deuda, mejorar su perfil financiero, defender su capital o mantener satisfecha a su base de accionistas, retribuyendo su aguante con mejores dividendos.Tuvieron esa capacidad de protegerse porque, en la mayoría de los casos, destinaron allí el total o parte de los recursos que, en origen, tenían previstos para encarar distintos planes de expansión o inversión que, en la gran mayoría de los casos, quedaron congelados.El diagnóstico surge de los movimientos que reportaron al mercado local de capitales en lo que va del año, un derrotero que muestra las distintas estrategias de preservación que fueron ejecutando. Y de los datos del sistema bancario, que muestran la mayor retracción en el financiamiento a empresas desde la implosión de la convertibilidad.Una docena de empresas que cotizan en Bolsa, algo así como el 20% de las que marcan precio a diario, tuvieron vigentes programas de recompra de sus acciones para defender su valor ante un mercado que cayó casi 50% en dólares -subió magro 0,7% en pesos frente a una inflación del 47,6%- durante 2018 y las arrastró en su debacle.Lo hicieron para "disminuir la brecha existente entre el valor de sus activos y su valor de mercado", según coincidieron en justificar en las comunicaciones enviadas y, en algunos casos, "hasta para evitar la posibilidad de compras hostiles que deriven en una posible pérdida del paquete de control, de la compañía", explicó a LA NACION el economista Manuel Oyhamburu, aprovechando la baratija."Las recompras tratan de estabilizar e impulsar el precio de las acciones porque de seguir bajando no solo se perjudican sus inversores minoristas, sino los propios accionistas mayoritarios, que a la pérdida patrimonial agregan el riesgo de que algún competidor esté adquiriendo de a poco grandes cantidades de acciones (y votos, que implican mayor participación política en la asamblea) de la sociedad a precio muy bajo", describe.Estas empresas, entre las que se cuentan Banco Macro, Transportadora de Gas del Sur, Mirgor, Pampa Energía, Cresud, YPF, Comercial del Plata y Carlos Casado, entre otras, destinaron a ese objetivo casi $10.000 millones, fondos...

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