Una empresa con fines sociales fabrica zapatillas con basura

Ramón Garro tenía 31 años cuando, después de 10 años de trabajar en una empresa productora de vides, lo despidieron. Había pasado por dos operaciones de columna y sus patrones consideraron que ya no era apto para las labores en el campo. Oriundo de Cruz de Piedra, Mendoza, donde vive con su esposa y sus tres hijos, cayó en la desesperación. "No conseguía laburo en ningún lado. Cada vez que me pedían una revisación médica y se enteraban de mis operaciones, no me volvían a llamar", recuerda.

Aquel tiempo en que todas las puertas se cerraban le parece una pesadilla lejana: hoy, junto con 15 beneficiarios de Impulso Social, asociación civil que cofundó, Ramón trabaja en la elaboración de zapatillas para Xinca. Se trata de una empresa B que desarrolla calzados incorporando residuos de la industria de neumáticos y textil, al tiempo que incorpora en su proceso de producción a personas en situación de vulnerabilidad económica y social.

Mi vida cambió un montón. En esos dos años que no conseguía trabajo sentía que no servía. Pero después conocimos a los chicos de Xinca. Es una empresa, pero te tratan de una manera diferente: no como si fueran nuestros patrones, sino nuestros hermanos -confiesa Ramón-. Cuando uno viene de abajo, sabe lo que es trabajar en lugares donde el trato no es bueno. Hoy, en cambio, nos sentimos muy valorados y hacemos lo que nos gusta.

Calzado consciente

"Nuestras zapatillas son basura y estamos orgullosos" y "Calzá conciencia" son el lema y la propuesta de Xinca, cuyo objetivo es forjar un cambio social y ambiental generando oportunidades a partir del reciclado. "Somos tres profesionales que compartimos los mismos valores y decidimos dejar de ser espectadores de las problemáticas sociales y ambientales", dice Alejandro Malgor, de 34 años, licenciado en Imagen Empresaria y cofundador de la empresa junto con Nazareno El Hom (36, licenciado en Marketing) y Ezequiel Gatti (38, Administrador de Empresas).

"Buscamos hacer negocios de una forma diferente y redefinir el sentido del éxito empresarial. Queremos ser algo más que una marca de zapatillas: no nos preocupamos sólo por la rentabilidad, sino por quiénes y cómo hacen nuestros productos -cuenta Malgor-. En la Argentina se generan 120.000 toneladas de residuos de la industria del neumático por año, y esto representa una gran amenaza en términos de contaminación. La suela de nuestro calzado se desarrolla con el caucho reciclado de neumáticos fuera de uso. Y para la parte...

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