El embajador griego en Brasil fue asesinado por su mujer y un amante

RÍO DE JANEIRO.- Al principio, la desaparición del embajador griego en Brasil, ocurrida el lunes último, despertó la alarma sobre el alto nivel de criminalidad en Río de Janeiro, donde el diplomático había viajado de vacaciones para visitar a su esposa, brasileña. Pero ayer, las autoridades revelaron que en realidad se trató de un asesinato orquestado por la propia mujer y su amante, un policía militar, en un truculento crimen pasional que conmocionó a todo el mundo.

Anteanoche, el auto que el diplomático Kyriakos Amiridis había alquilado para su estadía carioca fue hallado incendiado en un descampado del municipio de Nova Iguaçu, suburbio al noroeste de Río.

En su interior, la policía descubrió el cadáver carbonizado del embajador de 59 años, que había venido desde Brasilia para pasar las fiestas junto a su esposa desde hace 15 años, Françoise Souza Oliveira, de 40 años, y su hija de diez años.

Ayer, los investigadores de la División Homicidios de la Baixada Fluminense dieron con la grabación de una cámara de seguridad en la que se veía al agente Sergio Gomes Moreira, de 29 años, sacar el cuerpo sin vida de Amiridis de la casa que el griego había comprado con su mujer en Nova Iguaçu, donde Souza Oliveira tiene familia, y colocarlo en el vehículo para luego conducirlo hasta el sitio donde fue encontrado.

Confrontados con las pruebas irrefutables, la pareja confesó que tenían un affaire y que planearon la trama para ocultar el asesinato. La esposa del embajador y su amante policía quedaron detenidos junto a otro presunto cómplice, un primo de Gomes Moreira.

Según informó el comisario Evaristo Pontes, tras la aparición de las comprometedoras imágenes de la cámara de seguridad vecina a la casa de los Amiridis, en la vivienda se encontraron manchas de sangre en un sofá, sobre el que el embajador habría sido muerto a puñaladas. Una fuerte discusión conyugal sucedida tres días antes de Navidad, en la que el embajador habría agredido a su esposa, habría sido el motivo que llevó a Souza Oliveira y Gomes Moreira a conspirar para urdir el crimen.

La propia Souza Oliveira fue quien el martes llamó a la Policía Federal para avisar que su marido estaba desaparecido desde el lunes. Según contó, el hombre había salido de la casa en Nova Iguaçu en el auto alquilado rumbo a un centro comercial, y nunca más regresó.

Como Amiridis se encontraba oficialmente de vacaciones en Río hasta el 9 de enero y su viaje no estaba relacionado con su función, el caso pasó...

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