En la embajada británica, charlas sobre liderazgo y becas tentadoras

Un enorme cuadro de la reina Isabel II vestida de gala recibió a los invitados a la embajada británica mientras subían la escalera principal. Fue el martes último, un día insoportablemente lluvioso. En el primer piso el clima pasó a segundo plano. La tarde transcurrió entre la presentación de las becas Chevening y las Chevening Talks, donde el liderazgo –y sus distintas formas– estuvo en primer plano.

Las becas Chevening existen desde hace 30 años en 116 países y hace 24 que se ofrecen en la Argentina. Son para graduados universitarios que quieren cursar un posgrado en el Reino Unido. Entre ellos, jóvenes que tienen potencial para ser futuros líderes. Se provee el pasaje, gastos mensuales para mantenerse, cobertura médica y la matrícula en la Universidad.

Uno de los requisitos es el compromiso de volver a la Argentina después de los estudios y hay tiempo para anotarse hasta el 15 de este mes, ingresando a www.chevening.org. Hay 43.000 líderes en el mundo que cursaron estas becas y sólo en la Argentina 400 graduados.

"Estas charlas, las Chevening Talks, están destinadas a líderes y buscan inspirar y compartir experiencias", dijo el embajador John Patrick Freeman, quien anunció inmediatamente que se triplicó el presupuesto para las becas del próximo año.

Por otro lado, los graduados conforman un grupo llamado Chevening Alumni Argentina que mantiene un vínculo con el Reino Unido y con otros egresados del mundo.

Testimonios reveladores

Valeria Schapira ofició como presentadora. La becaria 1995 es autora de libros relacionados con la mujer y sus relaciones. Fue entonces la encargada de presentar en primer lugar a Alberto Crescenti, director general del Servicio de Atención Médica de Emergencia de la Ciudad de Buenos Aires (SAME) y médico recibido en la UBA. Fue en ese puesto que intervino en los gravísimos atentados terroristas a la embajada de Israel y la mutual judía AMIA. También estuvo a cargo del operativo de la tragedia de Once.

El liderazgo es salir de atrás del escritorio –dijo–. Hay que trabajar al lado de la gente. Aprendí que los papeles se firman en una hora, pero que el trabajo está en la vía pública.

Vestido con su pantalón y chalejo rojo, Crescenti recordó un operativo en el que estaba con traje y corbata, algo que le hizo cambiar para siempre su manera de vestir con el fin de estar siempre listo para la emergencia.

"La peor decisión es no tomar ninguna", disparó, mientras mostraba tremendas fotos de tragedias que conmovieron a...