La elite, en la pista y afuera

LONDRES (De nuestros enviados especiales).? Casi nadie quiere faltar a uno de los mayores acontecimientos del planeta. Por eso, cada vez que empiezan los Juegos Olímpicos, aparecen personalidades famosas y poderosas. No fue exclusividad de la pista del estadio Olímpico la presencia de la crème de la crème; también en las gradas hubo figuras mundiales. Los palcos tuvieron un amplio predominio local, copados por la realeza: la reina Elizabeth II y su marido, Edward, duque de Edimburgo; el príncipe Charles y Camilla, duquesa de Cornualles; el príncipe William y su mujer, Kate Middleton. Estuvieron, por supuesto, el primer ministro británico, David Cameron, y su antecesor Tony Blair.Un icono británico, David Beckham, acompañó en lancha el viaje de la llama olímpica por el río Támesis camino al estadio. Sin quererlo, Beck había provocado días antes la crítica ("idiota") de Paul McCartney, otro gran protagonista de la fiesta, al seleccionador de fútbol de Gran Bretaña por la ausencia del mediático mediocampista.No podía faltar el hijo dilecto del Reino Unido...