La eliminación de dióxido de carbono, ingrediente clave para mitigar el cambio climático

La capacidad de eliminación de CO₂ se reduce significativamente cada año que pasa

Debemos reducir drásticamente y con urgencia las emisiones de gases de efecto invernadero en todos los sectores de la economía si queremos evitar las consecuencias catastróficas del cambio climático.

Incluso realizando esfuerzos titánicos de reducción de emisiones, los objetivos climáticos solo podrán cumplirse alcanzando la neutralidad climática (conseguir emisiones netas iguales o inferiores a cero) hacia mediados de siglo.

Para ello, inevitablemente tendremos que eliminar miles de billones de toneladas de dióxido de carbono (CO₂) de la atmósfera .

La necesidad de eliminar CO₂ de la atmósfera

La eliminación de CO₂ es necesaria fundamentalmente por dos razones :

Primero, porque globalmente las emisiones siguen aumentando . Por eso, muy probablemente tendremos que compensar las emisiones que a buen seguro superarán el presupuesto de carbono , es decir, la cantidad máxima de emisiones acumuladas que puede haber en la atmósfera para conseguir el objetivo de mantener el incremento de temperatura del planeta por debajo de 1,5 °C.

Segundo, porque será necesario contrabalancear emisiones de sectores difíciles de descarbonizar, como las procedentes de la agricultura o de la aviación.

El sistema energético está en continua evolución

Las opciones para eliminar CO₂

Esta retirada intencional de CO₂ de la atmósfera puede llevarse a cabo mediante dos tipos de acciones:

Iniciativas que promueven procesos naturales de captura de CO₂. Por ejemplo, actividades de manejo en la agricultura y silvicultura que persiguen mejorar los sumideros naturales de carbono en bosques y suelos .

Soluciones de tipo tecnológico. Entre ellas, dos tecnologías están recibiendo una gran atención: la captura directa de CO₂ de la atmósfera y la bioenergía acoplada a sistemas de captura y almacenamiento de carbono ( DACCS y BECCS respectivamente, por sus siglas en inglés).

DACCS básicamente emplea grandes ventiladores que filtran el aire y, mediante reacciones químicas, se absorbe y retiene el CO₂. Después, empleando un aporte importante de energía se extrae el CO₂ puro. El CO₂ capturado puede ser reutilizado, por ejemplo, en la industria alimentaria, o bien puede almacenarse geológicamente, con lo que se consigue su eliminación permanente de la atmósfera.

Con BECCS, el CO₂ es originalmente capturado por las plantas durante su crecimiento por fotosíntesis. Posteriormente, en los procesos de conversión...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR