La elegancia democratizada, de la mano de Pablo Ramírez

Había expectativa por él. Tanta, que la sala estaba colmada y hubo quienes compartieron silla para estar en primera fila, bien cerca de la pasarela. Él es Pablo Ramírez, el diseñador de culto que ayer se robó todos los aplausos en el comienzo de BAFWeek 2013, que se desarrolla hasta pasado mañana en La Rural. La gran semana de la moda de Buenos Aires, organizada por LA NACION, APSA Centros Comerciales y La Rural, es una marca registrada en lo que al diseño argentino se refiere.Ayer, el nombre Pablo Ramírez no estaba solo, sino asociado a Muaa, una marca masiva, para público adolescente, que a priori parece tener poco en común con sus inigualables vestidos negros que se pasean y lucen por las alfombras rojas de todo el mundo. Pero una vez más Ramírez confirmó que es capaz de sorprender y mantenerse fiel al manifiesto de la elegancia aun cuando se trata de diseñar para un público teen.Moños, volados y perlas inundaron la pasarela y mostraron rápidamente que la propuesta romántica y de alta costura también puede adaptarse a un público adolescente, que en general viste y rinde culto a la década del 80."Con esta colección quise volver a los 50, con la ingenuidad y el romanticismo característico de esa época. Aquí la rebeldía consiste en volver a la elegancia de antaño y desobedecer los actuales modismos del rock. En lugar de tachas, perlas blancas", explicó un eufórico Ramírez minutos después de su festejado desfile, cuando las modelos traspasaron el cortinado para volver al backstage.El primero de sus treinta diseños, un conjunto de minishort con volados negros y vivos blancos, arrancó el primer suspiro y también los primeros aplausos espontáneos de los tantos que cosechó la propuesta durante el desfile. Luego se sucedieron los jumpers, las minis y los vestiditos con vuelo, con medias opacas y zapatos de taco altísimo, que ocasionaron varios dolores de cabeza a algunas modelos.Piel, cuero y charol sumaron glamour a su propuesta ultrachic, en la que por supuesto primaron los negros, pero también se hicieron presentes el rosa, el rojo carmín y hasta el tecnicolor, con el verde chillón, el azul...