Elegancia inoxidable

Morrissey en el Luna Park / Músicos: Boz Boorer (guitarra); Jesse Tobias (guitarra); Mando López (bajo); Matthew Ira Walker (batería) y Gustavo Manzur (teclados, acordeón, guitarra, coros) / Nuestra opinión: muy bueno.

Hay pocos artistas con una personalidad tan particular, tan definida como la de Morrissey. Eso se sabe hace rato, pero cada encuentro con él revalida el dato. Tras pasar por el Ópera -un entorno que quedó chico para satisfacer el deseo de sus fans-, desembarcó otra vez en el Luna Park, donde ya había estado en 2000. De entrada, plantó las singulares coordenadas de su propio universo con una selección de videos reproducidos en una enorme pantalla que cubría el escenario: los Ramones, New York Dolls, Chris Andrews, Charles Aznavour, Ike y Tina Turner, drag queens, baile flamenco... Fue la previa de un show caliente y emotivo -su estatura de clásico, irreverente, pero clásico al fin, así lo determina hoy- con un arranque demoledor con cinco canciones cargadas de pólvora y belleza: "Suedehead"; "Alma Matters"; esa catedral perfecta que es "This Charming Man", de los Smiths; "First Of the Gang to Die" y "You Have Killed Me". Una seguidilla épica que encendió al público que colmó el Luna Park.

"World Peace Is None of Your Business" (canción que da título a su último disco, editado el año pasado) marcó el inicio de otra etapa del concierto, con más temas de ese álbum con el que Morrissey dio un giro notorio en su carrera solista. La incorporación de Gustavo Manzur a la banda, en lugar de Alain Whyte, tuvo el objetivo de matizar su repertorio con aires hispánicos, un exotismo que puede remitir a Scott Walker en sus mejores momentos, pero que, en líneas generales, no lo ha beneficiado. Se extraña el punch y la dinámica de antaño, cuando el sonido rockabilly...