El Elefante volvió a dejar huella

LA PLATA.- Cuenta la leyenda que desde aquella última coronación en 2009, un día de semana en el CASI, el Elefante fue montado por Santiago Fernández, Belisario Agulla y un hombre enmascarado que dicen que habría sido su hermano -hoy los tres festejando a la distancia- y por los miembros de la dinastía Fernández Miranda: Juan, Nicolás y Francisco, hoy celebrando por fuera.El animal de fantasía reposó como un guerrero en un galpón del Golf de Don Torcuato. Se quedó con las ganas de asomar su exuberante fisonomía en los años posteriores. Cerca. Ahí nomás. En el camino, por un puñado de puntos, previamente a la cita máxima del rugby bonaerense.Pero regresó. El Elefante, la deidad de Hindú, está de vuelta. Y tal cual suscribe la historia, para dar la vuelta. Abandonó su hangar el viernes pasado. Gente amiga de aquel barrio de la zona norte, área de murga y carnaval como autoproclama "La 26" (el kilómetro de la bajada de la Panamericana a la 202, la ruta que lleva al club), la ruidosa hinchada torcuatense, ofreció sus servicios con una grúa de carga que lo levantó, lo estibó y lo trajo por la autopista, evitando entorpecer el tránsito o sufrir multas. Lo bajaron y a la rastra fue a recalar ahí al lado del cartel electrónico, donde esperó el pitazo final para que De la Fuente con las riendas, Faraone, Schab o aquel que quisiera, referentes y nuevos valores, se subieran nuevamente sobre su lomo. Ésa fue la postal definitiva de la consagración de Hindú ante La Plata.La más esperada, linda y apasionante jornada de definiciones arrancó temprano. Por suerte, para actores estelares, de reparto o espectadores, la temperatura ambiente dio tregua. El sol sólo asomó ya caída la tarde. Por la mañana, viento y alguna nube...