El electricista de Picasso, 271 obras inéditas y un juicio surrealista

PARIS.-Claude Ruiz Picasso, hijo del artista malagueño, fue contactado por primera vez a principios de 2010 por un tal Pierre Le Guennec. Claude está a cargo de la Picasso Administration, la sociedad que controla los derechos de las obras de su padre, y Le Guennec necesitaba autenticar algunos dibujos, paso previo e indispensable para luego ponerlos en venta.

Le Guennec aseguraba haber recibido las obras como regalo de parte de Pablo Picasso y Jacqueline, su última mujer, para quienes trabajó como electricista a principios de los años 70. Cuando después de varios intercambios, finalmente la pareja desembarcó en París, el asombro fue absoluto: la valija con rueditas de los septuagenarios contenía 271 dibujos, litografías y collages "olvidados" durante 40 años en el garaje como si fueran viejos papeles sin demasiada importancia. El valor estimado de esa colección es de 70 millones de euros.

Para la Picasso Administration, nunca hubo dudas de que ese tesoro era legítimo, pero lo que llamó la atención fue la cantidad de obras aparecidas en manos de una misma persona, además de que ninguna figuraba en el inventario de la sucesión que reúne unas 70.000 piezas y 200.000 archivos. En septiembre de ese año, los herederos demandaron a la pareja por ocultamiento de obras robadas, delito penal que a diferencia del robo no prescribe, y un mes más tarde la Oficina Central de Lucha contra el Tráfico de Bienes Culturales (OCBC) secuestró las obras en el domicilio de los Le Guennec, en Grasse -conocida como la región de la perfumería- cerca de Cannes.

El juicio tuvo finalmente lugar a mediados del mes pasado. En una sala de audiencias particularmente llena para esa localidad del sur de Francia, el electricista y su mujer se enfrentaron al clan Picasso: Claude, que administra el patrimonio desde 1989, su hermana Paloma y su media hermana Maya (los tres nacidos fuera del matrimonio, pero reconocidos al momento de la herencia luego de un proceso), Catherine Hutin-Blay (hija de Jacqueline Roque, la última mujer de Picasso), y los nietos Marina y Bernard Ruiz-Picasso, descendientes de Paulo, primer hijo del artista y fallecido en 1975.

Le Guennec empezó a trabajar para Picasso en 1970. Primero por un problema de horno, luego como electricista de varias de las propiedades del artista. Instaló, por ejemplo, un sistema complejo de seguridad con alarmas en la villa de Notre-Dame-De-Vie, cerca de Mougins. Picasso quería proteger esta casa de 35 ambientes (donde vivió...

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