Elecciones 2023 | ¿El límite es Massa o Milei? La disyuntiva que empieza a partir a Juntos por el Cambio: una noche de furia y crisis tras el derrumbe

Mauricio Macri consuela a Patricia Bullrich: una imagen que marcó la noche del domingo electoral

Gerardo Morales reaccionó con rabia cuando escuchó las palabras de Patricia Bullrich y se bajó de forma intempestiva del escenario que había sido montado en el salón Ombú del complejo de Parque Norte, sede del búnker de Juntos por el Cambio . Aún abrumada por la estrepitosa derrota en las urnas, Bullrich anticipaba que no contemplaba "felicitar" a Sergio Massa , el ganador de las elecciones y artífice de una remontada sorprendente, por haber sido parte del "peor gobierno de la historia" . E iba más allá al advertir que ella "nunca" sería "cómplice de las mafias que destruyeron al país" . Al jefe de la UCR, que lo habían convencido de que formara parte de la postal de unidad, lo dominó la ira. Es que interpretó en la melodía de esos dichos un guiño sutil al libertario Javier Milei . Los jefes radicales que estaban en el lugar compartieron su estallido de bronca. Sintieron un nuevo destrato por parte del ala dura de Pro porque no se había cumplido con lo pactado en la previa: acotar el mensaje a un agradecimiento a los votantes y no anticipar posicionamientos de cara al ballottage. Fuera de micrófono, arrojaban sus sospechas de que Mauricio Macri la había persuadido a Bullrich para que marcara con claridad el límite de Pro: Massa y el kirchnerismo.

El derrumbe electoral puso en jaque a Juntos por el Cambio , el gran derrotado de los comicios generales. Sin lugar en el ballottage, la coalición opositora que tenía mayores chances de desbancar al PJ de la Casa Rosada, ante todo por la recuperación que tuvo en las legislativas de 2021 y la desgastante crisis económica para el kirchnerismo, naufragó en la cruzada por reconquistar al poder. La interna encarnizada por los liderazgos y la eterna discusión sobre la identidad fagocitó la capacidad electoral del frente. Se tironearon el juguete y lo rompieron. Un síntoma del proceso autodestructivo: hace dos años no logran ungir un jefe de interbloque de JxC en Diputados ni renovar con profundidad la representación en la mesa nacional. El ultraliberal Milei, el abanderado del fenómeno antisistema, les arrebató el concepto del cambio y los desplazó como la principal fuerza opositora. Y el inesperado triunfo de Massa, el ministro de Economía que surfea con una inflación desbocada y escándalos de corrupción, hurgó en las heridas. Las horas que transcurrieron después de que se conocieran los datos del escrutinio...

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