Un 'ejército' de voluntarios, listos para recibir a Francisco en Brasil

RÍO DE JANEIRO.- Desde hace un par de semanas, para ellos ya no hay límites de horarios, ni domingos, ni bailes de samba, ni playa, ni caipirinhas en la rambla. Cuando faltan sólo tres días para que comience la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), la devoción de los 60.000 voluntarios internacionales que ayudan a http://www.lanacion.com.ar/1602617-asi-se-prepara-brasil-para-recibir-a-franciscoes total.El "ejército del Papa", como les gusta llamarse, ya está listo para tomar la Cidade Maravilhosa con su fe, alegría y un sinfín de actividades para los cerca de http://www.lanacion.com.ar/1602408-el-viaje-del-papa-ya-arman-sus-valijas-29-obispos-argentinos-para-ir-a-rioque participarán de la JMJ."Lo importante es que la eficacia no mate el espíritu. Hay que http://www.lanacion.com.ar/1602343-crece-la-inquietud-por-la-seguridad-del-papa-tras-una-noche-de-furia-en-rioque tienen los jóvenes y ponerla en manos de Dios; él hace el resto", aseguró a LA NACION el español Antonio Mateo, responsable de los voluntarios, que con 48 años ya es de los más veteranos, con experiencia en la JMJ de Santiago de Compostela (1989), Czestochowa (1991) y Madrid (2011).Fue justamente en la capital española que conoció a su actual esposa, la mexicana Elsa Vázquez, hoy a cargo de los actos culturales de la JMJ de Río de Janeiro. Ella también viene con varias JMJ en el currículum: Toronto (2002), Sydney (2008) y Madrid (2011). "Estaba trabajando en Toronto cuando me contaron de la JMJ; yo no sabía ni qué era, pensaba que era una de esas cosas de gente rara de la Iglesia, pero me animé a ir el fin de semana y me arrepentí de no haber participado durante toda la semana", contó.Creadas por el papa Juan Pablo II en 1984, la JMJ se han convertido en el festival católico más grande del planeta. Los jóvenes llegan con ganas de intercambiar experiencias y compartir su fe con otras personas de todos los rincones del mundo, en medio de conciertos, bailes, obras de teatro, vigilias de oración y misas, encabezadas por el pontífice de turno."Las JMJ son adictivas; es muy difícil participar de una y no querer participar de las que le sigan, siempre y cuando te dé el cuerpo. Desde lo religioso, es una inyección de fe tremenda poder ver a esa...

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