La efedrina, en el centro de todas las causas importantes

Mano de obra. Pistoleros. Así fueron consideradas por la Justicia las dos parejas de hermanos, Martín y Cristian Lanatta y Víctor y Marcelo Schillaci. En diciembre de 2012 fueron condenados a prisión perpetua por el Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de Mercedes. Un año después ese fallo fue ratificado por la Sala III de la Cámara de Casación bonaerense. El veredicto los expuso como los autores del triple crimen de General Rodríguez ocurrido en 2008.

El tráfico de efedrina se había descubierto por el asesinato de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, tres hombres vinculados con negocios de medicamentos que decidieron probar suerte en ligas mayores del delito. Sus cuerpos terminaron en un descampado.

Los hermanos Lanatta y Schillaci aparecieron en ese expediente como los encargados de proteger las ganancias de otros. "Los homicidios tuvieron por finalidad desplazar definitivamente a quienes se perfilaban cada vez con más fuerza y mejor organización como competidores en el negocio ilegal de la efedrina", se dejó consignado en la sentencia. Y se señaló como ideólogo de los asesinatos a Ibar Esteban Pérez Corradi. Todavía la Justicia y la policía no pudieron encontrarlo.

Un mes antes del triple crimen también había quedado expuesta la presencia de una célula mexicana que fabricaba metanfetamina. El laboratorio estaba instalado en la localidad bonaerense de Ingeniero Maschwitz, en el partido de Escobar. Así cayó luego Mario Segovia, detenido en Rosario y conocido como "el rey de la efedrina".

Esa droga forma parte de la historia central del tráfico de efedrina en la Argentina y el escándalo político cuyas ramificaciones continúan en estos días con la ahora frustrada triple fuga. El problema del consumo de metanfetamina en los Estados Unidos derivó en la organización aquí de una red especial de tráfico.

La política pública tendiente a disminuir el consumo de drogas en los Estados Unidos se focalizó en 2006 en la metanfetamina debido a la violencia callejera con la que se asociaba esa sustancia. Algo similar a lo que aquí ocurre con el paco, con planes dirigidos específicamente a eliminar ese consumo. La presión policial encarada por Washington golpeó a los laboratorios en su país y Canadá. Los traficantes encontraron entonces en México el lugar para instalarse. Esa situación llevó a México a limitar primero las importaciones de efedrina y prohibir después, el 13 de junio de 2008, la importación de ese producto, que a la industria...

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