Editoras de libros: un terreno donde ellas son más y están dejando huella

En la industria editorial local, hoy un dato llama la atención: hay más mujeres que hombres que desempeñan el rol de editor. La mayoría está al mando de secciones clave para el negocio, como las de literatura infantil y juvenil, y novelas para el público femenino, que suelen encabezar las listas de best sellers.

Cualquier enumeración es incompleta: Julieta Obedman, Mercedes Guiraldes, Gabriela Comte, Paula Pérez Alonso, Florencia Cambariere, Glenda Vieites, Leonora Djament, Natalia Méndez, Laura Leibiker, Liliana Ruiz, Natalia Ginzburg, Constanza Brunet, Paola Lucantis, Silvia Itkin... Si bien la mayoría diseña catálogos y contrata a autores -además de escribir contratapas, calcular costos y corregir textos-, muy pocas ocupan puestos jerárquicos. La excepción la representan Luz Henriquez, Natalia Meta y Adriana Hidalgo, gerentes o lisa y llanamente dueñas de editoriales.

"A lo largo de la historia las mujeres tuvieron un papel menos jerarquizado -dice Leandro de Sagastizábal, maestro de editores y flamante presidente de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares, Conabip-. Siempre me sorprendió lo masculinizadas que eran las direcciones editoriales. En los últimos años hay muchas mujeres que ocupan un rol protagónico y no diría con total contundencia que tienen un lugar menos visible. Gloria Rodrigué es un referente internacional, Ana Cabanellas fue presidenta de la Cámara Argentina del Libro y única argentina presidenta de la Unión Internacional de Editores; Trinidad Vergara es la presidenta de la Cámara Argentina de Publicaciones; LeonoraDjament ganó el año pasado el premio al mejor editor; Patricia Piccolini es la directora de la carrera de Edición en la Universidad de Buenos Aires." De Sagastizábal menciona a otras editoras relevantes, como Diana Paris, Lola Rubio o Flavia Costa, que trabajan en áreas de libros infantiles, ensayos o traducciones. "Habría que volver a pensar el tema de la edición a partir del aporte de las mujeres. Creo que ha sido un rasgo importante de los últimos 20 años y que a partir de ahora los hombres tenemos bastante que aprender", concluye el autor de El mundo de la edición de libros.

Para Paula Pérez Alonso, que en Planeta trabaja con autores como Tununa Mercado y Guillermo Saccomanno, esta labor es "andrógina". "La condición esencial de un editor o editora es que no tenga afán de protagonismo, que esté dispuesto/a a ser invisible; el buen editor es quien puede escindirse y olvidarse de sí mismo o de sí...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR