¿Hasta qué edad hay que regalar en el Día del Niño?

Lila tiene 13 años y, como ya es costumbre cada segundo domingo de agosto, espera recibir su regalo del Día del Niño. Pero también espera impaciente que sus padres se expidan acerca de un pedido especial: ir a la fiesta que organiza el club donde juega al hockey hasta después de las doce campanadas. "¿En qué quedamos? -le retruca Agustina Milesi, su mamá-. ¿Sos una nena o una adolescente?" La verdad es que ni madre ni hija lo tienen claro. Lo único certero es que Lila recibirá ropa como regalo y, probablemente -aunque todavía no está dicha la última palabra-, estrene su obsequio del Día del Niño el próximo fin de semana, en la fiesta a la que concurrirá ya como flamante adolescente. En tiempos donde se habla de que la infancia se ha acortado para dar paso a adolescencias más extensas y en los que los niños asumen responsabilidades que exceden su edad, cabe preguntarse ¿hasta cuándo debe hacerse un regalo por el Día del Niño? O, más aún, ¿hasta cuándo se es niño? y qué prima a la hora de fijar el límite: la biología, la psicología o lo sociocultural.

Para la licenciada en psicopedagogía y orientadora familiar Elvira Giménez de Abad, no hay que confundir el fin de una etapa como la niñez, con seguir o no dando y recibiendo regalos en esta fecha. "La niñez finaliza con el advenimiento de la adolescencia, que varía entre los 12 y los 18 años –sostiene–. De todas maneras, si hablamos del regalo del Día del Niño, hay padres que siguen haciendo pequeños obsequios a sus jóvenes hijos y esto no quiere decir que sigan siendo niños o los traten como tales. El ser niño tiene que ver más con actitudes, capacidades y tipos de juegos que con los regalos."

Por eso, los especialistas coinciden en que no está mal seguir con la tradición de regalar aun cuando ya se superó la etapa "niño". Marisa Russomando, psicóloga especializada en maternidad, crianza y familia, y autora del libro Diván king size para padres cuenta: "Hay familias que lo toman como el «día del hijo» y siguen dando regalos aun cuando hace rato sus hijos dejaron de ser niños. Y está bien, es un lindo gesto. Lo que hay que tener en cuenta es que en ese regalo no se está jugando una cosa u otra: o recibo un obsequio y sigo siendo un niño o salgo hasta después de la una y ya soy un adolescente. Son dos cuestiones distintas, sobre todo a edades bisagra como los 12, 13 años, que marcan, en general, el pasaje a la adolescencia con el final del ciclo primario. Los chicos registran de pronto que son...

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