La edad es lo de menos

La peregrinación al santuario de Luján que se hizo este fin de semana, en la que participé en el último tramo, volvió a poner en evidencia que en el país hay un millón, un millón y medio o cuantos sean los que llenan los casi 70 kilómetros que hay entre Liniers y Luján, que reconocen a la Virgen María como madre o, de no ser así, sufren de alguna patología mental grave.Integrar la columna de caminantes hace ver también que, no obstante titularse "Peregrinación juvenil a Luján", su convocatoria no alcanza sólo a los jóvenes según una edad cronológica. Frente a la basílica, que luce cada vez más linda, he visto la misma alegría por haber alcanzado el objetivo de llegar al destino tanto en el rostro de mujeres y hombres que pasaron hace rato el límite de la "juventud" como en preadolescentes de 13 o 14 años.También se constata que no es una iniciativa en la que sólo participen argentinos, aun cuando Nuestra Señora de Luján sea la patrona del país. En la...