Una economía que demanda otras señales

La economía podría entrar en un ciclo de menor crecimiento si el Gobierno no hace rápidamente algunos cambios en su política. La inflación superará este año en, por lo menos, siete puntos el nivel previsto en el presupuesto. Las economías regionales se están apagando lentamente por obra de un dólar subvaluado. El déficit obliga a un endeudamiento cada vez mayor, que, a su vez, tira hacia abajo el precio del dólar y hace inviables las exportaciones y facilita las importaciones. Si bien en las elecciones recientes quedó claro que no siempre los ciudadanos votan con el bolsillo, subestimar el valor político de la economía podría resultar un grave error. Las encuestas, por su lado, son una fotografía del estado de ánimo de la sociedad en el día de hoy, pero no pronostican lo que puede suceder mañana.

En ese contexto, el reciente aumento de las naftas es una medida impolítica. En primer lugar, porque no era necesario. Esta es la aseveración de varios economistas privados y de funcionarios económicos del propio Gobierno. Ese incremento podría haberse postergado un mes, hasta después de las fiestas de fin de año. El hecho de haberlo aplicado ahora compromete la inflación de diciembre y también la del año. Según varios economistas, la inflación de diciembre rondará entre el 2,8 y el 3 por ciento. El último mes del año es estacionalmente de inflación alta, lo que se agravará ahora con el aumento del combustible. La inflación anual se colocará en el 24 por ciento, cuando la estimación presupuestaria había fijado una franja inflacionaria para el año que termina de entre el 12 y el 17 por ciento.

Las naftas habían tenido ya un aumento del 10 por ciento el día después de las elecciones. En un mes y medio, las naftas aumentaron un 16 por ciento y acumulan un incremento de entre el 28 y el 35 por ciento durante este año, muy por encima de la inflación. El precio de los combustibles influye en la cadena de precios de todos los productos. En el Gobierno no quisieron aclarar si el reciente aumento fue una decisión exclusiva del ministro de Energía, Juan José Aranguren, o si fue una resolución que tomó con el consentimiento político de la administración. "Diciembre no es un mes para dar malas noticias. ¿Por qué rompemos con esa tradición?", se pregunta un ministro.

De alguna manera, el último aumento de las naftas es también el argumento del Banco Central para justificar por qué no se cumplió la meta inflacionaria. También para el Central ese aumento era...

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