El duelo que esperó un año y moviliza a una ciudad

MAR DEL PLATA.- Se siente. Se respira. Se sufre por anticipado, por qué no, entre los fanáticos que ven correr las agujas del reloj y ruegan que apuren su paso para que marquen las 22, hora en el que el básquet nacional se reencontrará con el clásico más apasionante y colorido de la Liga Nacional: el que esta noche verá frente a frente, después de un año, a Peñarol y Quilmes, los dos equipos de la ciudad que participan de la máxima categoría.La expectativa era grande y la demanda de entradas acompañaba hasta anoche. Desde 45 a 90 pesos pagarán los hinchas por una butaca en alguna de las tribunas del polideportivo Islas Malvinas que, todo así lo indica, estará repleto. Habrá seguridad reforzada y, como siempre, muchas banderas, color y pasiónLa hinchada de Peñarol, que será local y promete teñir de azul y blanco el escenario, regresará a esas gradas luego de festejar allí mismo y hace pocos meses nada menos que el bicampeonato."Mentiría si no digo que nuestro compromiso es ir por un título más", dijo ayer el vicepresidente de Peñarol, Jorge Muscio. Lo ratificó Sergio Hernández, entrenador del equipo que dominó las últimas dos ediciones de la Liga Nacional. "Mantenemos buena parte del plantel y nos preparamos para afrontar el torneo más competitivo de la historia de esta Liga", aseguró, un concepto con el que coincidió el...