Dr. WhatsApp: las consultas médicas invaden las redes

"Solo consultas, ¡no mande fotos! Por favor, no insista." La médica pediatra Luz Santana encontró una manera tajante de ponerle freno al dilema de muchos médicos en la era de las redes sociales y los mensajes instantáneos. Pide, en su estado de WhatsApp, que no le manden imágenes de sus hijos para solicitar un diagnóstico a distancia.

No es la única. Cada vez son más los médicos que dan instrucciones a sus pacientes sobre cómo abordarlos a la hora de la consulta. Las preguntas que reciben desde fuera del consultorio son cada vez más frecuentes y les llegan a los médicos desde distintos frentes: por WhatsApp, mensajes de texto y mails. Incluso están aquellos que los buscan por Facebook y Twitter. Y no siempre se trata de pacientes que viven lejos o no pueden acceder al consultorio.

¿Qué tienen en mente aquellos que contactan a los médicos a través de las redes? La rapidez, la inmediatez, la posibilidad de evitar ir a una guardia o, en todo caso, la ayuda para resolver si es necesario, o no, concurrir a una.

"Los médicos coinciden en que las comunicaciones instantáneas son una gran ayuda para ellos y los pacientes. De hecho sirven para resolver cuestiones más básicas y descomprimir guardias y consultorios. Sin embargo, también hay abusos. Y hay doctores que se sienten acosados por los mensajes y las imágenes desagradables que les envían permanentemente.

Recientemente, la Asociación Americana de Medicina publicó una guía sobre el uso ético de las redes sociales en la profesión, en la que se advierte que los profesionales pueden sacar provecho de este medio para hacer difusión y prevención, pero que deben ser especialmente cuidadosos en el modo en que administran la relación con sus pacientes.

Romina Enriquez es pediatra y cuando se junta con sus colegas en algún bar cercano al hospital en el que trabaja, empieza la competencia. Cada uno saca su celular y muestra las imágenes más extremas que les mandaron las madres de sus pacientes en los últimos días: hay de todo. Una foto de un vómito y la imagen del pañal sucio.

"Incluso me han mandado mensajes de voz en los que intentan grabar la tos o la respiración agitada de sus hijos", relata Enriquez.

Claro que esa información no alcanza para hacer un diagnóstico. Y si bien es frecuente y necesaria la consulta temprana, la conversación no debería resultar en un intercambio de mensajes, sino en apenas un mensaje de ida y uno o dos de vuelta. Si con eso no alcanza, es decir, si una indicación sencilla...

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