En dos meses, el Gobierno empezará la obra para soterrar el tren Sarmiento

Jorge Berta restaura muebles y fabrica marcos para cuadros. Hace 60 años vive en su casa, al lado de las vías del ferrocarril Sarmiento, y fue testigo del esplendor y la caída de esta línea. El hombre parece algo descreído: hace más de 10 años que escucha que el Sarmiento circulará por un túnel. Ahora, el nuevo Gobierno anunció que en dos meses comenzará con los trabajos para soterrar la traza entre Haedo y Caballito (la primera etapa) y luego se extenderá entre Haedo y Castelar. Por decreto, incluyó a esta obra de infraestructura en un listado de trabajos, hace 10 días.

El soterramiento, que fue anunciado una decena de veces desde 1998, hoy está en la agenda de los funcionarios macristas. Aseguran que en septiembre la tuneladora Argentina, que costó 40 millones de euros, empezará a cavar la tierra para crear el túnel por donde los convoys pasarán a un ritmo de tres minutos en hora pico. La primera etapa, entre Castelar y Caballito, estará lista en dos años. Y la inversión total de la obra, que está en revisión, sería de 3000 millones de dólares.

"Entre Caballito y Castelar se hará un túnel (son 22,4 km, 11 estaciones subterráneas). En ese sentido se amplió su traza original, que sólo llegaba hasta Haedo, para extenderla hasta Morón y Castelar, que es donde confluyen la mayor cantidad de viajes", explicó Manuela López Menéndez, secretaria de Obra de Transporte del Ministerio de Transporte de la Nación.

Desde Castelar a Moreno, nuevamente en superficie (son 14,4 km donde se harán pasos a distinto nivel). Los trabajos, que sólo estarán listos en cinco años, están a cargo del Consorcio Nuevo Sarmiento, conformado por las empresas Iecsa, Odebrecht, Comsa y Ghella. La primera firma y la última, propiedad del primo del presidente de la Nación, Mauricio Macri: Angelo Calcaterra, quien anunció que sus empresas están en venta.

"Por ahora es una ilusión. Hace años que se habla de esto, pero nunca se concretó nada. A mí me parece fantástico. Las molestias van a ser menores ya que al estar bajo tierra los trenes se van a escuchar menos", dice Berta, que apenas oye el teléfono cuando pasan los trenes y que dejaron marcas en la mampostería de su casa.

"Además, hay una promesa del corredor verde del Oeste que sería interesante. Siempre que no sea algo abandonado y no se junte basura", sostiene. Berta se refiere a aquel proyecto, que también aseguran será retomado, aprobado incluso en el Código Urbano Ambiental de la Ciudad por el que la "grieta" que...

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